¿VIVOS O MUERTOS?

'Sálvame' crea "El muerto justo", un macabro juego que pone a prueba la reputación periodística Lydia Lozano

La colaboradora tiene que decir si ciertos famosos están vivos o muertos.

Por Sergio Navarro El 6 de Mayo 2021 | 10:23

El lunes 3 de mayo, Lydia Lozano fue víctima de un traicionero lapsus, con el que metió la pata al anunciar la muerte del torero José María Manzanares. Realmente, lleva fallecido desde el año 2014, pero ella se defendía con que le había saltado ese día en Google. Sus compañeros se llevaron un susto al pensar que se trataba del hijo del torero, quien tiene 39 años y tiene el mismo nombre. Cuando pidió disculpas, ya era tarde: el momento se había hecho viral.

Lydia Lozano, jugando a "El muerto justo"

No es de extrañar que 'Sálvame' quisiera estirar el momento y por eso estrenó el 5 de mayo "El precio de justo", un juego en el que poner a prueba a la colaboradora mostrando a varios famosos y tener que adivinar si están vivos o no. "Lydia, la periodista indeseable", ponía en la pantalla, mientras sonaba la música y una voz en off al puro estilo de 'El precio justo': "Tu reputación periodística está en juego", sonaba en plató.

La dirección pensó que sería divertido que el resto de colaboradores, entre los que se encontraban Belén Esteban, Alonso Caparrós o Kiko Hernández, también jugasen desde sus sitios. Para ello tuvieron que dejar en una urna sus teléfonos móviles, para evitar que busquen información en Internet durante la prueba. Con Lydia en el atril, primero debería responder ella y después dar su opinión el resto.

¿Vivos o muertos?

¿Está vivo Galindo, el mítico colaborador de 'Crónicas marcianas'? ¿Y Chumi Chúmez? ¿Falleció María Garralón? Esta actriz sí que creo la duda en Lozano, quien no quería meter la pata y darla por muerta sin saber si seguía viva (y está viva). Por último, tenía que apostar por si estaban vivos o muertos Álvaro de Luna y Paquita Rico. Sin duda fue un macabro juego del que intentar sacar nuevas meteduras de pata de la colaboradora, quien se prestó a jugar, pero sin muchas ganas.