Gala 11 de 'GH Dúo', en imágenes 14 fotos
La gala especial del pasado miércoles supuso una auténtica montaña rusa para los concursantes de 'GH Dúo'. Las visitas de sus familiares trajeron gran cantidad de momentos emotivos, pero no todo fueron sorpresas agradables. Sofía Suescun y Alejandro Albalá se reencontraron con su madre y hermana respectivamente, que aprovecharon la ocasión para abroncarles por la relación tóxica que los jóvenes mantienen.
Sin embargo, la visita de Maite Galdeano, madre de la pamplonica, terminó con un ataque de ansiedad de su hija. Ella misma culpó, horas después, a su madre por lo sucedido: "El mareo creo que ha sido por el impacto que me he llevado por toda esa información de mi madre. Quizá la manera de decírmelo, tan radical y tan dura, pues mi cabeza no la ha asimilado bien", confesó. La concursante, además, se quedó preocupada tras escuchar a su madre decirle que lo estaba pasando muy mal en el exterior como su defensora.
Sofía culpa a su madre de su malestar
Sin embargo, y a pesar del malestar, la joven se mostró también comprensiva y entendió la reacción de la Galdeano: "Dentro de su dureza y de su radicalidad, hay una parte de verdad. Entiendo que mi madre se enfade". Y es que Sofía está convencida de que, "al final del camino", le dará la razón a Maite: "Qué razón tenías, qué pena no haberte hecho caso antes".
"Como te portaste con tu hija no tiene nombre"
La actitud pasada de Maite Galdeano fue especialmente castigada en el plató del programa. Ya el miércoles, Jordi González afeó su comportamiento, mientras que este jueves el turno ha sido de Paz Guerra, la madre de Alejandro Albalá: "Como te portaste con tu hija no tiene nombre", aseguró, despertando los aplausos del público.
La santanderina le reprochó a su ex consuegra que intentara controlar la vida de su hija, pese a que ella misma tampoco aprueba la relación de su hijo con Sofía: "Parece que buscas al novio ideal para ti. Yo no voy a escoger a la novia de mi hijo". Lo que está claro es que la reconciliación entre las dos familias parece imposible. El culebrón de los jóvenes continuará, seguro, tras terminar el programa.
