Héctor y Bonilla, dos hombres y un destino

Para sorpresa de Chelo, Asunción se muestra tranquila y equilibrada tras haber acabado su relación con Jaime. Héctor y Bonilla comienzan a interesarse activamente por ella, sobre todo el primero, con quien mantiene una conversación profunda y sincera que ayudará a superar antiguos malentendidos. Trino insiste en su proyecto de tener un taller mecánico propio, para la puesta en marcha del cual cuenta con la colaboración de Miguel. Narciso sigue sin dedicarse a fondo a su trabajo, mientras Asunción gana puntos con Rubín. El ambiente laboral en la redacción es cada vez más tenso por culpa de Rubín, al borde de la dimisión, y Adolfo, al borde del infarto. Rocío mediará para tratar de calmar los ánimos y evitar que ninguno se pase de la raya. El regreso de Pedrito levanta gran expectación en la plaza. Todos están deseosos de verle y de que les cuente cómo ha sido su experiencia con los curas en el internado.