'The Mysteries of Laura' 1x22 Recap: "The Mystery of the Corner Store Crossfire"

Este viernes se emitió el último episodio de la primera temporada de 'The Mysteries of Laura'. Tal y como se predijo en el apartado "Qué tiene que pasar en el último episodio" del recap del episodio anterior, han pasado, si no todas, muchas de las cosas que tenían que pasar en esta season finale.

No hay mal que por bien no venga

"The Mystery of the Corner Store Crossfire" ha sorprendido y mucho. El guión de Vila y Holgado no sólo ha demostrado que, efectivamente, podía estar a un nivel superior que los otros veintiún episodios juntos, sino que además ha dejado claro que el mayor enemigo de 'The Mysteries of Laura' no es otro que los episodios de casos de asesinato que no vienen a nada y no tienen nada que ver con la trama principal de los personajes. A la gente le importa tres pimientos que alguien mate a su hermano porque se viste de tal forma o que un niño incendie el edificio porque le pasa tal otra cosa. Lo que la gente quiere ver realmente es un capítulo en el que se habla de los personajes, que se ven sus sentimientos y no hay trivialidades de por medio.

Cabe destacar que por fin, gracias a Dios, la relación entre Meredith y Soto ha tenido avanzado. Al final del episodio, Meredith da un beso a Soto, cansada de que éste no ponga de su parte. Soto se sorprende de que Meredith esté enamorada de él. Se ha enterado toda la comisaría menos él. Sólo falta ver si a la vuelta de temporada, han empezado alguna relación sentimental.

En el lugar equivocado, en el momento equivocado

Jake es disparado en una tienda de ultramarinos cuando un hombre entra con una media en la cabeza y una pistola en la mano. El presunto atracador encañona al tendero y el capitán empuja a una mujer que también se encontraba la tienda para enfrentarse al atracador. El resultado es una bala en el pecho de Jake y el atracador a la fuga.

"The Mystery of the Corner Store Crossfire" empieza con todo el equipo de policía investigando la escena del tiroteo en la tienda. El tendero, Joseph Kwon, que no tiene muchas luces o está bastante acojonado, explica que la tienda ha sido un negocio familiar durante doce años y nunca han tenido cámaras de seguridad instaladas porque no les ha hecho falta. Sin embargo, ha habido varios atracos últimamente en tiendas de la zona. Será la única tienda 24 horas que nunca ha sido atracada en todo Nueva York...

Investigando los robos de las tiendas y tras seguir el rastro de un iPhone robado, los detectives terminan en una fiesta en una nave industrial, regentada por un tal MC Firm, que está haciendo el canelo con unos platos de DJ y pegando un par de gritos. Meredith y Frankie le detienen tras comprobar que lleva puestos muchos objetos que han sido declarados robados, tales como unas zapatillas último modelo. Qué lince eres, MC Firm. Una vez en comisaría, Soto no deja de corregirle a la vez que le interroga. Laura entra en la sala de interrogatorios y despliega su ira sobre él: es el tío que ha disparado al padre de sus hijos y no va a salir impune. Sin embargo, ¿por qué iba a atracar una tienda de ultramarinos? No hay nada que le interese allí.

Algo más que un simple atraco

Claro está, el atraco en el que Jake se vio envuelto es algo más que un simple atraco. Hay negocios sucios y motivos más allá de robar unas latas de conservas que llevaron al hombre de la media en la cabeza a amenazar al tendero. La mujer testigo en el tiroteo, Farren Hillman, resulta ser la ovia Joseph Kwon, el tendero. En la primera declaración que la policía le toma, lo oculta porque su relación era secreta: Kwon no tiene permitido salir con chicas no coreanas.

Laura le da un discurso sobre cómo por no confesar los trapos sucios de Kwon, está obstruyendo a la justicia y defendiendo a quienes pueden haber dejado a los hijos de Laura sin padre. Farren confiesa que Kwon es un genio de la informática y tiene una impresora 3D con la que puede imprimir cualquier cosa. "Cualquier cosa" se traduce a que es capaz de imprimir armas de plástico que no piten en un detector de metales. Kwon necesita el dinero y alguien le está extorsionando par que le imprima una.

El despliegue de medios por parte de los cuerpos de seguridad es excesivo: la policía de Nueva York, el FBI, Homeland Security y la Brigada Anti-terrorismo colaboran para resolver el caso y encontrar al que intenta conseguir una pistola indetectable. Aunque por otro lado, es compresible tal despliegue. Algo así producido en masa puede resultar en un caos absoluto y en una gran oleada de crímenes.

Joseph Kwon es detenido, pero algo tarde: ha realizado ya la entrega del arma. Tal como se deduce, ha sido a un hombre que trabaja como mecánico en un taller de coches. Laura está con los nervios a flor de piel y apunta con la pistola al hombre innecesariamente, una vez es esposado. Tras tomarle declaración, la pista llega a un juzgado, donde una mujer, Pamela, ha conseguido colar la pistola de plástico hasta el tribunal para disparar al fiscal que está exponiendo el caso. Al parecer, mató a su hija y salió impune y Pamela clama venganza.

Laura, indecisa entre Jake y Tony

Laura está preocupada por Jake. Tan preocupada que le va a dar un patatús de un momento a otro. No deja de corregir a las enfermeras en su trabajo y, en definitiva, no deja a nadie vivir. Han disparado al padre de sus hijos y la cosa no va a quedar así. Pasa todo el tiempo que puede en el hospital con él para ver si mejora.

Jake, por su parte, aprovecha la situación. Los pocos momentos en los que puede hablar los utiliza para pedir a Laura que le perdone. Se refiere, claro está, a todo lo que hizo y que arruinó su matrimonio. El capitán Broderick se acostó con otras mujeres mientras estaba casado con Laura, pero es un error del que se ha dado cuenta y está completamente arrepentido, como lleva demostrando desde hace veintiún episodios. Laura, que también ha demostrado no estar nada interesada en volver con él, se da cuenta de que aún le quiere. Al ser disparado, la pelirroja ha visto que Jake podría haber muerto y no está preparada para ello.

Al final del episodio, Laura se reúne con Tony en un tópico "tenemos que hablar". Tony, que es un sol, sabía que esto podría pasar en cualquier momento. En el fondo sabe que Laura nunca ha dejado de amar a Jake y estaba preparado para lo que pudiera ocurrir. Laura tiene que poner en orden su cabeza y ya contactará con él. Tony la apoya y dice que elija a quien elija, él siempre estará dispuesto a seguir con ella. En verdad, es un punto de apoyo muy fuerte para Laura en esa decisión que debe tomar: si lo deja con Tony, será una ruptura sin rencores.