'Supervivientes: Tierra de nadie' celebró su tradicional 'Mesa de las tentaciones' antes de dar a conocer el nombre del segundo finalista de la edición. La primera en pasar por allí fue Anita Williams, que ya se imaginaba que le iba a tocar cortarse el pelo si quería conseguir la enorme lasaña customizada con su nombre que tenía frente a ella.
La superviviente se negó a cortarse el pelo en un principio, pero Laura Madrueño le estableció una negociación: "No, no, no. Que para mí el pelo es mi vida". La presentadora le planteaba 10 centímetros por un trozo, y después de que ella estuviera conforme, ampliaba su oferta a dos trozos por 20 centímetros. "Lo hago por el público", terminaba por aceptar la concursante, que empezaba a llorar y a rogar que le cortaran el pelo recto.

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Laura Madrueño la felicitaba por su valentía, pero le dejaba caer que más adelante seguirían negociando por la lasaña y el pelo. Después de pasar por la mesa el resto de sus compañeros, momentos en los que Anita seguía llorando por su pelo perdido, le volvía a tocar a ella. En esta ocasión, la presentadora le ofrecía toda la lasaña y una llamada con su hijo a cambio de raparse al 3.
La superviviente era incapaz de reprimir el llanto y se negaba a aceptar, por lo que Madrueño mejoraba la apuesta a raparse al 5 por una llamada de 10 minutos: "Me lo llegas a decir hace mes y medio y me rapo al cero como Damián por una llamada de mi hijo, pero quedan poquitos días o semanas". La organización le ofrecía hacer una videollamada, pero Anita seguía negándose en medio de un berrinche: "Creo que (mi hijo) de mayor me va a entender".

La última oferta
Aunque Anita se había negado, para forzarla a aceptar el radical corte de pelo, Laura Madrueño le ofrecía cuatro trozos de lasaña, la videollamada y cortarse 25 centímetros. La concursante aceptaba, pero los 25 centímetros eran por encima de la oreja, así que la presentadora quedaba en hacerlo por mitad de la oreja. "¡Madre mía, estoy loca!", gritaba totalmente fuera de sí la concursante. "¡Es por mi hijo, solo lo he hecho por verle la carita!", aseguraba Anita.