MILAGRO

El duro momento en el que Fiama Rodríguez estuvo a punto de perder la vida: "Los médicos dijeron que me moría"

La exparticipante de 'La isla de las tentaciones' compartió una de las peores situaciones a las que se ha enfrentado.

Mediaset

Por Paula Robaina González El 20 de Mayo 2021 | 15:27

Fiama Rodríguez se ha sincerado con sus seguidores, abriéndose en su canal de Mtmad sobre uno de los peores momentos de su vida. La exparticipante de 'La isla de las tentaciones' explicó que estuvo a punto de perder la vida con tan solo 17 años: "Me empezó a doler la garganta, pero no le di mayor importancia. Seguí hablando con mis amigos y me empezó a salir sangre por la boca y por la nariz, pero como una cascada de sangre, ¡era una pasada!".

Fiama casi pierde la vida con 17 años

Los médicos no conseguían encontrar cuál era el problema y llegaron a la conclusión de que no podrían salvarla. La familia de Fiama llegó incluso a despedirse de ella. "Comenzaron a venir a verme de dos en dos para despedirse. Los médicos les habían dicho que yo me moría y que les habían dejado entrar a la zona crítica para decirme adiós", recuerda la extronista.

"Me dijeron que iban a esperar a que tuviera el siguiente sangrado para sedarme y ahí acabaría mi vida. Yo lo único que quería era salir del hospital, o no salir, pero que eso se acabara ya", explica Fiama, recordando aquellos duros días en el hospital. Aun así, ella quiso ser positiva y se dedicó a animar a sus seres queridos: "No derramé ni una lágrima, me quedé muy tranquila y decidí que lo que iba a hacer era estar bien, ser feliz. Me despertaba cada día y me maquillaba y me peinaba, me ponía a hacer chistes. Quería que, si me iba, el recuerdo que tuviera mi gente de mí fuera el de una persona feliz, no triste".

Un ángel de la guarda

Una de las doctoras iba a sedar a Fiama, pero hubo una neumóloga en prácticas que puso el grito en el cielo cuando lo supo: "Se volvió loca cuando se enteró de que con diecisiete años me iban a sedar. Las posibilidades eran mínimas, porque estaba lejos de tener unas condiciones óptimas para operarme, pero, finalmente, me sacaron medio pulmón y la cosa mejoró a los pocos días. No sabemos por qué, pero funcionó. Hierba mala nunca muere".