La que iba a ser la apuesta ligera de entretenimiento para el verano en TVE se ha evaporado en apenas una semana. 'La garita', el programa presentado por JJ Vaquero y Álex Clavero, se ha convertido en uno de los estrenos más fugaces de la temporada tras desaparecer de la parrilla tan solo dos días después de su debut. Sin embargo, su estreno no fue malo, logrando un 9,6% de share, pero no cayó en su segunda entrega y la cadena pública optó por retirarlo y recolocar su franja con otros contenidos.
Tras conocerse la cancelación definitiva, la cadena anunció que el hueco sería ocupado por nuevas entregas de 'Viaje al centro de la tele'. Tras esto, los cómicos han aprovechado para pronunciarse en redes sociales con su estilo habitual irónico y humorísitico. "Como experto en fracasar, os voy a decir una cosa sobre el fracaso: sabe a pollo", escribió JJ Vaquero en redes sociales.
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Por su parte, Álex Clavero fue más emocional: "Sin duda, este señor es lo mejor que me ha pasado en esta aventura. ¡Gracias por todo, colega! Hemos reído hasta morir... ¡Como siempre!", publicó junto a una foto de ambos. Y remató con una anécdota sobre su actuación en la sala Galileo: "Ayer actuamos juntos en la Sala Galileo y nos cerraron el telón mientras nos despedíamos, os juro que mientras estábamos agarrados le dije: 'Vaquer, esta semana nos echan de todos los sitios'. ¡Gracias, gente!".
El primer golpe a 'La garita' llegó el martes 15 de julio, cuando RTVE decidió suprimir la segunda emisión prevista para la noche del lunes para ofrecer un especial informativo sobre los sucesos en Torre Pacheco. Las señales eran claras, pues la cadena también adelantó el 'Grand Prix' a las 21:45h y comunicó que 'La garita' ya no regresaría al access de los lunes. El miércoles se emitió el segundo y último episodio, que marcó un 7,4% y 691.000 espectadores, una bajada que terminó por sellar su final.
La breve vida de 'La garita'
Producido por 100 Balas (The Mediapro Studio), 'La garita' nació como un espacio de humor centrado en navegar por el archivo de RTVE con un tono irónico y desenfadado. Su misión era ocupar la franja que dejó vacía 'La revuelta' y ofrecer un repaso cómico por la historia reciente de la televisión pública. Sin embargo, ni los números ni la crítica le dieron margen de mejora. Las opiniones en redes sociales tildaron el programa de "aburrido" y "falto de ritmo" y la pérdida de confianza por parte de la cadena se hizo evidente con cada movimiento en la programación.
