Kiko Matamoros provoca el estallido de Belén Esteban al nombrar a su hija: "¿Estamos tontos o qué?"

'No somos nadie', como siempre, viene cargadito de salseos, esta vez con el enfrentamiento directo entre Belén Esteban y Kiko Matamoros. Todo arrancó con un inocente debate sobre la reconciliación de Carmen Borrego con su hijo José María Almoguera, pero todo derivó en un choque personal cuando Matamoros sacó a relucir los problemas familiares de la de Paracuellos.

Esteban, que siempre ha marcado un límite claro con respecto a su hija Andrea, no pudo contenerse al escuchar la réplica de su compañero. "¿Estamos tontos o qué estamos haciendo en este plató?", preguntó ya con un todo claro de enfado después de que su compañero insinuara que ella misma había hecho públicas cuestiones de su vida familiar en el pasado.

La tertuliana, fiel a su promesa de no exponer a su hija en televisión, reaccionó con dureza atacando directamente a Matamoros de manera tajante: "No me he sentado con mi hija en un plató y me he matado. Ni mi hija ha traído unos papeles con denuncias". Fue entonces cuando decidió levantarse y abandonar el plató, dejando clara la línea roja que no está dispuesta a cruzar.

Matamoros, lejos de recular, insistió en defenderse de las acusaciones de la colaboradora en relación a posibles denuncias que su hijo le había interpuesto, recordando que era "una reclamación de cantidades" de la que fue absuelto en los tribunales. Sin embargo, la tensión ya era insostenible. Belén Esteban regresó al plató para sentenciar: "Por el respeto que te tengo me voy a callar". La colaboradora, fuera de cámaras, seguía chillando entre lágrimas: "De mi hija que se limpie la boca para hablar. La nombro porque es mi hija, no me he sentado a darme de hostias como has hecho tú".

Belén Esteban y Kiko Matamoros entierran el hacha

Tras la publicidad, Kiko Matamoros pidió disculpas asegurando que su intención nunca fue incomodar a su compañera: "Hemos hablado, y yo, por lo que respecta a mi actuación, pido disculpas por cómo he actuado". Belén Esteban aceptó el gesto, aunque lo hizo seria y visiblemente afectada, y aclaró cómo se encontraba: "Me siento perfectamente, donde se me nota es en la bomba de insulina, que no está controlada", explicó, subrayando que su reacción no fue contra Matamoros en exclusiva, sino fruto de un desajuste de azúcar que ya arrastraba, y así zanjaba el conflicto.