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El 8 de marzo de 2025 se cumplen 50 años desde que la ONU instauró el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, ahora denominado Día Internacional de la Mujer. Este año, teniendo en cuenta cómo esta jornada supone una reivindicación por los derechos de las mujeres, hemos querido dedicar un reportaje a 'Las abogadas', la serie de Radiotelevisión Española coproducida por MOD Producciones, que se estrenó el 25 de septiembre de 2024 en La 1 y que ha sido todo un ejemplo de servicio público.
Entre los motivos por los que hemos elegido hablar de 'Las abogadas' destaca la presencia femenina de la misma, tanto delante como detrás de las cámaras. La ficción, que se trata de la obra póstuma de Patricia Ferreira (1958-2023), sigue la historia real de las abogadas laboralistas Manuela Carmena, Cristina Almeida, Paca Sauquillo y Lola González, rindiendo así un homenaje a la memoria histórica de los inicios de la Transición en España. Además, RTVE amplió el universo de la serie con 'Las abogadas, su verdadera historia', un programa transmedia presentado por Inés Hernand con Carmena, Almeida y Sauquillo, repasando los momentos más importantes de su vida como abogadas.

Paula Usero en 'Las abogadas'
El guion es de la propia Ferreira, Marta Sánchez, Irene Niubó y Virginia Yagüe, sobre un argumento de Patricia Ferreira y Marta Sánchez, y dirigida por Juana Macías y Polo Menárguez, pudiendo destacar que tiene un equipo creativo femenino casi en su totalidad. Delante de las cámaras, las mujeres también cargan con el peso de la ficción ya que tiene como protagonistas a Paula Usero (Lola González), Elisabet Casanovas (Cristina Almeida), Irene Escolar (Manuela Carmena) y Almudena Pascual (Paca Sauquillo), quienes interpretan a las cuatro mujeres reales que con su lucha y valentía ayudaron a cambiar a nuestro país.
Los motivos que la hacen feminista
Otra de las razones por las que hemos dedicado el reportaje del 8M a 'Las abogadas' es por la visibilidad que se ha dado de las mujeres trabajadoras dentro del ámbito judicial, que se antoja tradicionalmente dominado por hombres, sobre todo en la etapa en la que se desarrolla la serie. Esta representación del éxito de cuatro mujeres en la abogacía confluye también con la profundidad y complejidad de cada una de ellas como personaje, siendo este el tercer motivo por el que consideramos 'Las abogadas' una serie feminista y a destacar este 8 de marzo.
Para terminar de analizar el corte feminista y femenino de la serie, hemos hablado con Marta Sánchez, una de sus guionistas también conocida por sus trabajos en 'Siete vidas', 'Aída', 'Los Quién' o 'Supernormal', y con Virginia Yagüe, también guionista de 'Las abogadas' y de otros títulos como 'La Señora' o 'Amar en tiempos revueltos'. Las creadoras reflexionan sobre cómo fue formar un equipo femenino para 'Las abogadas', cuáles fueron los retos a los que se enfrentaron para no caer en estereotipos a la hora de definir a las protagonistas o cómo está evolucionando la figura de la mujer en la industria de la televisión.
Había cierta lógica en que 'Las abogadas' fuera escrita por guionistas mujeres y no parida desde un despacho lleno de 'señoros'
¿Cómo fue trabajar en un equipo formado por mujeres en una serie protagonizada por mujeres?
Marta Sánchez: En mi caso, a la hora de entrar en un proyecto me fijo, más que en el género, en los nombres propios. Y el nombre de la creadora de 'Las abogadas' era más que suficiente como para comprometerme con esta serie y con su visión al cien por cien. Patricia Ferreira fue mi mentora en el mundo del cine; gracias a ella escribí el guion de mi primer largometraje, que luego dirigió, y gracias a ella aprendí a ahondar en los personajes y a narrar con imágenes y silencios más que con diálogos. Por eso me sentí honradísima cuando me propuso formar parte de este proyecto en el que llevaba trabajando mucho tiempo.
Es verdad que había cierta lógica en que, una serie protagonizada por cuatro mujeres, fuera escrita también por guionistas mujeres y no parida desde un despacho lleno de 'señoros'. Sobre todo si las guionistas tienen el talento, la capacidad de trabajo y el compromiso de Irene Niubó o Virginia Yagüe. ¿Que son mujeres? Sí, parece innegable a día de hoy. Hazme la pregunta al revés. Porque también he trabajado en una sala de guionistas llena de tíos. O, últimamente, mano a mano con David Sánchez y Nacho G. Velilla. ¿Por qué nadie me ha preguntado nunca cómo es trabajar en un equipo formado sólo por tíos?
Virginia Yagüe: Sobre todo fue un placer coincidir en el último trabajo de Patricia Ferreira después de haber escrito junto a ella dos largometrajes y dos cortos. De alguna manera este trabajo cerraba un círculo de complicidad y objetivos compartidos, muy especialmente en la idea de colocar a las mujeres en el eje del contenido y la acción que se propone desde la ficción. Trabajar en un equipo con mayoría de mujeres es contar con una zona de seguridad, de entendimientos tácitos y sinergias compartidas. Ojalá poder volver a repetir la experiencia.

Almudena Pascual en 'Las abogadas'
Era difícil no dejarse llevar por la imagen casi de heroína de Marvel que tenía en la cabeza
¿Cómo manejas la complejidad de las protagonistas, mostrando tanto sus virtudes como sus debilidades, sin caer en estereotipos?
M. S.: Creo que eso fue lo que más nos costó durante el proceso de escritura. Primero porque son mujeres a las que admiro y era difícil no dejarse llevar por la imagen casi de heroína de Marvel que tenía en la cabeza. Patricia Ferreira tenía muy claro que ese no era el camino. Estábamos contando la historia de cuatro jóvenes listas, valientes, pero también impulsivas, con sus fallos, sus inseguridades, sus frustraciones. Había que humanizarlas. Ellas mismas, durante las entrevistas, siempre se quitaban importancia, era lo que había que hacer y punto. No se detenían a pensar en ello. El miedo llegó después. Y para mí eso fue una de las claves: había que desprenderse del ideal y escribirlas desde su presente, y no desde el nuestro. La segunda dificultad era hacer hablar a cada una y darles una personalidad distinta tanto en el trabajo como en lo personal, sin caer en topicazos. Y aquí destaco también el trabajo de las actrices, que hicieron un trabajo increíble con sus personajes haciéndolos suyos, sin caer en imitaciones y dotándolos de una energía y una naturalidad increíbles.
V. Y.: Los personajes siempre deben se complejos, contradictorios y humanos. Deben alcanzar una dimensión que de forma sistemática se ha negado a los personajes femeninos. La razón era porque la mirada que se lanzaba sobre ellas era eminentemente masculina. Al tener una aproximación desde otra mirada, la propia de las mujeres, los personajes alcanzan dimensiones mucho más ricas y complejas alejándose precisamente del cliché y el estereotipo manido.
Mientras le llegaba el turno al feminismo, ellas lo empezaron por su cuenta y con acciones
¿Cómo defines el feminismo en el contexto de la serie 'Las abogadas' y cómo se refleja en la trama?
M. S.: Algo que me gustó mucho y que creo que se refleja en la serie, es que ellas consideraban el feminismo como una causa más dentro de la lucha por los derechos de los trabajadores o el derrocamiento del régimen, mientras que, sus propios compañeros del Partido Comunista lo consideraban como un "tema menor". Y que, primero había que luchar por lo importante, y luego ya, si eso, lo de las mujeres. Así que, mientras le llegaba el turno al feminismo, ellas lo empezaron por su cuenta y con acciones. La mayoría muy criticadas, como cuando Manuela Carmena se llevaba a su hija al juzgado y, entre caso y caso le daba el pecho, o como cuando Cristina Almeida se hartó de tener que pedirle permiso a su marido hasta para comprar una lavadora, o cuando años después de quien se hartó fue del marido y pidió el divorcio. Así, poco a poco, se abrieron camino ellas y lograron allanar el de las que venían después.
Esta coherencia entre su discurso y sus acciones era algo que me apetecía muchísimo contar. Sobre todo (y aquí igual me cae algún hate) porque creo que puede ser un buen ejemplo para las generaciones más jóvenes, muchos de ellos reticentes al discurso feminista actual, por considerarlo antiguo o vacío de contenido. Y porque, alerta intensidad, creo que aprender ayuda a entender. Y, si series como 'Las abogadas' o la que está emitiendo ahora TVE, 'Asuntos internos', sobre las primeras mujeres policías durante la época de la transición, ayudan un poquito a que los jóvenes entiendan todo por lo que lucharon, y por lo que muchas siguen luchando, pues mira, ni tan mal.
V.Y.: Abordábamos un contexto histórico que fue decisivo en este aspecto. Entre las muerte del dictador en 1975, la matanza de Atocha en 1977 y las primeras elecciones democráticas había que abordar todo un arco de evolución de derechos básicos. Las abogadas laboralistas eran jóvenes que ya respiraban el cambio y la necesidad de salir de la falta de derechos civiles y laborales que la dictadura había marcado para la sociedad en general y para las mujeres en particular. El trabajo de las abogadas laboralistas fue esencial para ganar una protección de derecho legítima para los trabajadores y trabajadores teniendo una visión especialmente sensible hacia las dobles y triples penalizaciones vividas por las mujeres. Ellas eran muy conscientes de esta falta de protección y derechos democráticos (entre otras cosas porque la vivían en carne propia) y fue esencial su conciencia, valentía y voluntad para pelear por esos derechos, muchas veces ante sus propios compañeros.

Elisabet Casanovas en 'Las abogadas'
Se ha abierto un camino, pero que todavía hay que allanar
¿Cómo crees que la industria televisiva está evolucionando en cuanto a la representación femenina, tanto delante como detrás de cámaras?
M. S.: Pues el panorama ha mejorado los últimos años, claro, sobre todo gracias al auge de las plataformas y a las ayudas que han permitido un mayor acceso a la industria y más visibilidad, sobre todo a las guionistas y a las directoras. Donde seguimos fallando es en los puestos de mando. Al final, la mayoría de las decisiones creativas y ejecutivas suelen tomarlas hombres. Que, ojo aquí vuelvo a insistir en los nombres propios. Yo he tenido jefes estupendos, valientes, respetuosos, creativos... Ni todos los productores, jefes de cadena o de plataforma son malos por el hecho de ser hombres, al igual que no todas las guionistas queremos, o sabemos escribir "una historia íntima y desgarradora sobre la maternidad" por el hecho de ser mujer
A lo que voy, y parafraseándome a mí misma, creo que se ha abierto un camino, pero que todavía hay que allanar. A muchos productores les falta impulso y a muchas guionistas nos falta confianza. Y peor si te sobra. He estado en muchas reuniones de guion, y tengo comprobado que, si un guionista hombre defiende a muerte su trabajo, es un tío vehemente y con seguridad en sí mismo. Si lo hace una guionista mujer, es que es problemática. Y lo último, y ya me callo un mes, echo de menos contar más historias gamberras, emotivas o tragicómicas sobre mujeres de más de cincuenta años a las que le pasan cosas. Y ver a las actrices que tenemos, maravillosas, de esa edad, interpretándolas.
V. Y.: Creo que hemos evolucionado, evidentemente. Cada vez hay más personajes femeninos, más protagonistas. Sin embargo todavía creo que volvemos a ver estereotipos, paradójicamente aunque se afirme huir de ellos. Representar a mujeres con características masculinas no es representar a las mujeres en su realidad. Creo que la situación estará equilibrada cuando podamos presentar antiheroínas sin carga de culpa ni penalización en la lectura, tanto como hemos convivido con el antihéroe como modelo ensalzado. Eso solo lo conseguiremos con mujeres escribiendo y dirigiendo, como es el caso de 'Las abogadas'. Pero esto implica una voluntad que trasciende a las propias autoras. Quién decide qué se ve tiene la decisión en sus manos.