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'La canción' inundará Movistar Plus+ de espíritu eurovisivo al recordar el mayor hito de España en el festival: la victoria de Massiel en 1968. Aquel mítico "La, la, la", que todavía resuena en nuestras mentes casi sesenta años después de triunfar en el Royal Albert Hall, estará en el epicentro de la miniserie que verá la luz el 8 de mayo en la plataforma de Telefónica.
Tan solo dos días antes de ese debut, el equipo de la ficción de tres episodios ha presentado el proyecto en Madrid. "La serie hace fácil contar una historia con personalidad y con una visión de autor. Lo hace para un público amplísimo, que es algo que siempre hemos buscado", arranca Susana Herreras, responsable de series originales de Movistar Plus+.
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Para lograr ese atractivo generalista, evidentemente ha sido fundamental diseccionar un himno tan popular como el de Massiel. "Todos conocemos esa canción. En ese momento confluían un montón de cosas: lo más rancio y lo más bonito, lo más rompedor y lo más convencional. Podemos hacer una instantánea del país al ver a Massiel ganando en Eurovisión", explica Pepe Coira, cocreador de la serie.
Aun así, 'La canción' no aspira a ser un retrato especialmente estricto pese a su ambientación. "No queríamos hacer una serie histórica", reconoce el también creador Fran Araújo, que ha colaborado previamente con Coira en 'Hierro' y 'Rapa'. Con esa intención, los dos guionistas crearon un personaje, el ejecutivo televisivo Esteban Guerra, cuya principal misión es conseguir que RTVE consiga una candidatura ganadora para que España proyecte una imagen de país moderno en la recta final de la dictadura de Franco.
Una visión diferente
El carácter comercial de 'La canción' no está reñido con un planteamiento atrevido. "Queríamos que fuese muy comercial, pero con decisiones más de cine de autor. Queríamos algo súper accesible y ese cruce era muy apetecible", añade Araújo. Además, aunque no se quisieran inclinar hacia la ficción histórica, sí se ha hecho una exhaustiva labor de investigación para tener una base elaborada.
"Teníamos muy claro que queríamos plantear la serie desde un rigor histórico pero con cierta libertad para revivirse un momento y traerlo al día de hoy", aclara el director Alejandro Marín, que asegura que la documentación ha sido "una hoja de ruta" pese a "evitar la solemnidad histórica". De este modo, se ha buscado en todo momento lograr la complicidad del público. "A lo que debes aspirar cuando haces ficción es a generar un espacio para el espectador. Cuando creas unos conflictos, no quieres mandar un mensaje, sino generar un espacio para que el espectador lo complete", apunta Araújo.
Al ritmo de Massiel... y Serrat
La encargada de dar vida a la ganadora del certamen musical es Carolina Yuste, que viene de ganar el Goya por 'La infiltrada'. "Si tienes que pensar en una actriz, no me elegiría a mí misma. Pero luego empecé a conocer a Massiel. Creo que tenemos cosas en común porque somos Leo. Sin querer hacer nunca una imitación, pillé la esencia. Me obsesioné con una entrevista a Massiel que he visto como 68 veces. Y también había que confiar en el director por si te pasabas un poco", recuerda la actriz, que califica este rol como un "caramelito".
Por su parte, Patrick Criado da vida a Esteban, el personaje que realmente sirve como hilo conductor. "El tono de la serie permitía buscar más allá de un tono naturalista, ciertas licencias que te permiten tirarte al vacío", reflexiona el joven actor. Junto a ellos, completan el elenco protagonista Àlex Brendemühl y Marcel Borràs como el realizador Artur Kaps y el cantautor Joan Manuel Serrat, que también jugaron un importante papel en el suceso que vertebra a la serie.
"Serrat era un tío muy avanzado a su época. Una de las grandes sorpresas ha sido descubrirle y entrar en su vida. Le das play a cualquier entrevista y ya ves que tenía alma y carisma", señala Borràs. A su vez, Brendemühl destaca cómo se ha construido una imagen de su personaje: "No había mucho material sobre Kaps. Intenté captar lo que comentaban sobre él, un tipo con mala leche pero muy cercano a los artistas. Es este personaje que pone un poco el espejo al poder y hay pinceladas en las que no es del todo coherente".
