Robert Redford ha muerto a los 89 años de edad este martes 16 de septiembre. El actor, nacido en 1936 en California, fue uno de los nombres más influyentes en el cine estadounidense de la segunda mitad del siglo XX y, además, de destacar delante de las cámaras, dejó huella como director y activista. Por el momento, se desconocen las causas del fallecimiento, que ha tenido lugar mientras dormía en su hogar de Provo (Utah).
Como señala The New York Times, la muerte ha sido confirmada por Cindi Berger, la principal responsable de la agencia Rogers & Cowan PMK. Su último trabajo como actor se pudo ver este mismo año, ya que apareció en un episodio de 'Dark Winds', el thriller que él mismo producía para AMC+, en el arranque de la tercera temporada. Previamente, había pasado seis años sin ponerse ante las cámaras, ya que su anterior intervención fue como Alexander Pierce en la archiconocida 'Vengadores: Endgame'.
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Sin embargo, aquel papel en una superproducción de Marvel, que cerraba el círculo de un personaje que fue presentado en 'Capitán América: El Soldado de Invierno', no es precisamente lo más representativo de su carrera, que se caracterizó por explorar los márgenes de la industria de Hollywood tanto como actor como desde su perspectiva de director.
La andadura de Redford comenzó a principios de los años sesenta con pequeños roles principalmente en la televisión, aunque no tardó en dar el salto al cine de la mano de cineastas como Robert Mulligan ('La rebelde'), Arthur Penn ('La jauría humana') o Sydney Pollack ('Propiedad condenada'). Después, encabezó junto a Jane Fonda la comedia romántica 'Descalzos por el parque' y, antes de pasar a los años setenta, lideró junto a Paul Newman la aclamadísima 'Dos hombres y un destino', consagrándose como una de las mayores estrellas del momento.
Tótem del séptimo arte
Tras esa primera década de carrera, Redford recibió su primera nominación al Oscar en 1974 por 'El golpe', que suponía una nueva y celebrada colaboración con Newman. Sin embargo, no se alzaría con la estatuilla hasta 1981, aunque no como actor, sino como director, ya que en ese año fue reconocido como mejor realizador por su labor en 'Gente corriente', su ópera prima. Posteriormente, volvió a ser nominado por 'Quiz Show (El dilema)' en 1995 y recibió el galardón honorífico en 2002.
Aquel premio no solo conmemoraba su carrera como director y actor, sino también su papel en la industria como fundador del Sundance Institute e impulsor del Festival de Cine de Sundance, siempre con el objetivo de dar voz a autores ligados al ámbito independiente. A lo largo del presente siglo, el protagonista de 'Todos los hombres del presidente' participó en proyectos como 'Cuando todo está perdido' o 'The Old Man and the Gun', además de expandir sus facetas de director y productor con 'Leones por corderos' o 'Pacto de silencio'.
