Nacida en Los Ángeles en 1946 como Diane Hall, adoptó el apellido Keaton, el de soltera de su madre, cuando se mudó a Nueva York para estudiar arte dramático. Allí debutó en Broadway con el musical 'Hair' en 1968, aunque su verdadero punto de inflexión llegó un año después, cuando Woody Allen la eligió para su obra 'Sueños de un seductor'. Aquel encuentro marcaría el inicio de una colaboración artística y personal que la convertiría en su musa durante más de dos décadas. "Hay gente que ilumina una sala, ella ilumina todo un bulevar", escribió el cineasta sobre ella.
Su salto al cine se produjo en 1970 con 'Amantes y otros extraños', pero sería Francis Ford Coppola quien consolidaría su carrera al ofrecerle el papel de Kay, la pareja de Michael Corleone (Al Pacino), en 'El Padrino'. Keaton recordó años después cómo llegó a la producción sin haber leído siquiera la novela. Aquella mirada suya, entre el desconcierto y la desolación, se convirtió en una de las más memorables de la historia del cine.
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Su colaboración con Woody Allen la llevó al estrellato. En 'Annie Hall', un papel inspirado directamente en ella, conquistó al público y a la crítica con su humor neurótico y su estilo excéntrico, corbatas, pantalones anchos y sombreros Fedora, prendas que pertenecían a su propio armario. Ganó el Oscar a Mejor Actriz y redefinió la imagen femenina de Hollywood. "Annie Hall era Diane en muchos sentidos. Ella le dio al personaje una vida que no estaba en el guion", dijo Allen.
A lo largo de su carrera, Keaton combinó el drama con la comedia en títulos como 'Rojos' (1981), 'La habitación de Marvin' (1996), 'El padre de la novia' (1991), 'El club de las primeras esposas' (1996) y 'Cuando menos te lo esperas' (2003), película por la que recibió su última nominación al Oscar y ganó el Globo de Oro a Mejor Actriz. En los últimos años participó en 'Book Club' (2018) y 'Campamento de verano' (2024), su último trabajo para la gran pantalla.
Una mujer que rompió moldes dentro y fuera del cine
Diane Keaton nunca se casó y se convirtió en madre soltera al adoptar a sus dos hijos, Dexter y Duke, a los 50 años. Además de actriz, fue directora, escritora, fotógrafa y empresaria: lanzó su propio vino y publicó varios libros sobre arte y arquitectura. Tras conocerse la noticia, Hollywood se ha llenado de homenajes. Con su muerte se apaga una de las luces más singulares del cine estadounidense. Diane Keaton deja un legado de talento, autenticidad y rebeldía.
