Nacho Medina ('Callejeros'): "Los jóvenes tenéis que sentaros con los padres como si fueran vuestro banco"

'Callejeros' vuelve a Cuatro este miércoles 8 de octubre a las 23:00 h con nuevas entregas que mantienen viva la esencia del formato, basado en contar la realidad sin filtros y desde la mirada de quienes la viven. Tras más de un año de recorrido bajo la dirección de Nacho Medina, el veterano programa de reportajes inicia temporada con una historia a la orden del día que es la dificultad para acceder a una vivienda.

El espacio, producido por Señor Mono para Mediaset, retoma su pulso más social para poner rostro a los grandes desafíos de la población española. Medina defiende la vigencia de un formato que sigue encontrando en la calle su mayor fuente de inspiración y verdad. FormulaTV ha podido hacerle una entrevista, donde el periodista reflexiona sobre el papel del programa en el actual mercado audiovisual, la apuesta de 'Callejeros' por la investigación y los nuevos temas que marcarán esta etapa.

Este miércoles volvéis de nuevo después de ocho meses de parón. ¿Cómo se viven los estrenos después de tantas temporadas? ¿Se siguen sintiendo esos nervios del inicio?

Sí, se sienten los nervios porque es mucho esfuerzo y trabajo. Afortunadamente, cuando tú ves un 'Callejeros' sabes lo que vas a ver y que no hay trampa ni cartón. Entonces, ahora que está mucho más polarizada la tele, tener una buena audiencia es muy complicado. Sin embargo, nosotros sobre todo queremos no defraudar al espectador y que la marca siga siendo un bastión en el reporterismo de entretenimiento de actualidad. Con mis 51 años todavía, la noche del estreno y al día siguiente, me cuesta dormir un poco y estar esperando un dato que se corresponda con el esfuerzo.

Tocáis un tema que afecta directamente a los jóvenes, la dificultad de acceder a la vivienda. ¿Qué mensaje crees que deja este reportaje al espectador joven que no puede emanciparse?

El mensaje es un panorama con un cielo encapotado, pero en el que de vez en cuando aparece un brillo y una luz. ¿Eso qué quiere decir?, hay un dato dramático en el que hoy en día vas a depender de la capacidad de heredar de tus padres para poder comprarte un piso. A diferencia de hace 40 años, que tus padres, con el sudor de su frente y una nómina normal, se compraban un piso de 60.000 euros.

Sin embargo, hay una pequeña luz, pues también sois una generación muy rompedora en cuanto a no echaros para atrás en nada. Además, yo invito a la gente a que, en cuanto tengan una mínima posibilidad de comprarse algo, que lo hagan jóvenes. Es decir, si quieres comprarte algo, métete ya con 24 o 25 años, aunque te tengan que avalar tus padres, porque cuanto más tiempo esperes, peor.

Asimismo, creo que el día de mañana va a haber una caída de precios, ahora estamos en una situación tan insostenible que en cuanto tengas una mínima oportunidad, debes comprar. Además, esto como observación, los jóvenes quieren vivir en el centro de las ciudades. Todo eso, está tan saturado y está tan imposible que creo que es momento que la gente se vaya a 30 o 40 kilómetros a otra vida quizás más tranquila y poder comprar una casa de 100 metros cuadrados por 120.000 euros.

Yo recomiendo que los padres se conciencien de que hay que avalar a la gente joven para comprar

En la promoción del programa se reflexiona sobre que los jóvenes ya no piensan en ahorrar, sino en heredar para poder acceder a una vivienda. Después del desarrollo del reportaje, ¿qué conclusión habéis sacado con respecto a esto? ¿Crees que los jóvenes han perdido la esperanza de poder conseguir el dinero por ellos mismos?

Esto es una cuestión de ciencia. Sale un experto asesor para conseguirte una hipoteca y él dice que con un sueldo de 1.200 euros no te puedes comprar una casa, necesitas dos sueldos. Por eso, yo recomiendo, al margen de tener que heredar el día de mañana, que los padres se conciencien de que hay que avalar a la gente joven para comprar. Porque el día de mañana ya ni siquiera avalando a lo mejor van a poder.

Por lo tanto, los jóvenes de hoy en día tenéis que sentaros con vuestros padres como si fueran un banco, para tener los 30, 40, 50 o 60.000 euros de entrada de un piso, y que incluso sea otra segunda hipoteca para que paguéis 100 euros al mes o 150 a tu padre, o 200, al margen de la hipoteca. Esa es la clave, que los padres vean el problema que hay y que actúen para que la gente joven os metáis cuanto antes en un piso.

En el reportaje también habláis con expertos sobre esta nueva burbuja inmobiliaria. ¿Crees que estamos cerca de que vuelva a estallar?

El otro día estuve hablando con un experto fuera del programa y me dijo que él cree que en 3-4 años va a haber otro parón y los precios van a bajar, pero ahora mismo estamos en una situación de emergencia social. Que tú te metas a buscar un piso y cueste 120.000 euros, un piso de 12 metros cuadrados, ¿estamos locos?

Además, ahora hay inversores que están comprando un piso en un pueblo de León y lo compartimentan en nueve estudios para que la gente se meta a vivir y eso no está bien. Por ello, los expertos proponen que hay que incentivar quitando muchísimos impuestos a la gente que tenga más de un piso para alquilar y multando a los que tenga dos pisos y no los tenga de alquiler.

El experto con el que hablé cuenta una cosa dramática, casi la mitad de los pisos que se han comprado en el último año han sido a tocateja, fíjate la incongruencia. No tenemos dinero para comprar un piso, pero la gente lo ha comprado para invertir, lo que acrecenta la brecha. Por lo tanto, los que más tienen, tienen más y los que menos, menos.

Cualquiera de nosotros puede acabar viviendo en la calle por un simple tropiezo

También habéis anunciado nuevos reportajes relacionados con el tema de la vivienda, como el de vivir en la calle. ¿Qué es lo que más te ha impactado en todos ellos?

En el de vivir en la calle, a mí lo que más me ha impactado es entrevistar a un educador social que lleva 20 años en la calle, en Bilbao. Él cuenta que tú o yo podríamos terminar en la calle, fíjate lo dramático. Siempre se piensa que es gente que tiene problemas de adicciones, gente en la extrema necesidad, pues no. Tú puedes tener un tropiezo sentimental o de cualquier tipo y no tener la ayuda adecuada de ese momento, coincide con que se te ha acabado tu alquiler, esas dos cosas se juntan y acaba contigo en la calle. Eso es lo que más me ha impactado, que cualquiera de nosotros puede acabar viviendo en la calle por un simple tropiezo.

Callejeros siempre ha tenido esa capacidad de poner cara y nombre a los problemas sociales. ¿Cómo se decide qué historias entran en el programa y cuáles se quedan fuera?

Porque estamos en la calle, es decir, yo me muevo en metro y en tren, a pesar de tener 51 años. Por lo tanto, sé qué problemas hay en la sociedad. Nosotros tratamos los temas que se hablan en la barra de un bar, tomando café, la gente andando por la calle o en la cola de espera del consultorio médico. Los temas que nos competen y que nos interesan, que nos afectan a nuestros bolsillos, a nuestras cabezas y a nuestros corazones.

¿Cómo se consigue mantener el equilibrio entre mostrar la crudeza de la realidad y no caer en el morbo?

El propio equilibrio lo tienes tú mientras estás grabando y en el montaje. Yo soy el director, el responsable final de las cosas, sabes hasta qué punto puedes llegar a contar algo, y hasta qué punto es una cuestión de morbo. Eso también te lo da la experiencia y el sentido común, más allá del sentido común ya es morbo.

Lleváis desde 2005 con este formato. ¿Hay alguna historia de entonces que siga viva o que se repita hoy?

En 2005 hacíamos reportajes sobre prostitución de carretera, y en 2025 Fanny Boehm ha hecho otro reportaje de prostitución de carretera. La historia, por ejemplo, de una mujer sudamericana que llegó hace 30 años y que está ejerciendo en las carreteras de los polígonos en Murcia. Eso sigue ocurriendo. Lo que sí que hemos notado mucho es que hace 20 años era difícil tocar un tema de salud mental y ahora es otra de las grandes emergencias sanitarias en este país. Afortunadamente, ya la gente tiene más facilidad de hablar de sus problemas de salud mental, aunque en España todavía si vas al psicólogo se te sigue considerando como loco.

¿Sientes presión por mantener vivo un formato tan mítico de la televisión en España?

Sí. De hecho, el día que no tengas presión es mejor dejarlo. Nosotros tenemos la presión porque es una marca mítica, tienes que estar a un nivel, y para estar a ese nivel hay mucho de trabajo y un poco de talento, eso lo mezclamos y te sale un 'Callejeros'.

¿Cuál dirías que ha sido la grabación más complicada que se ha vivido esta temporada?

En 'Callejeros' siempre tienes que estar grabando con los dos ojos de frente y con un ojo en el cogote, porque nunca sabes quién te puede venir de detrás ni lo que puede pasar. Entonces, tienes que tener una visión periférica de 360 grados. Los temas que son de calle son los más difíciles, pero nosotros entramos mirando a los ojos, le damos la mano a la persona y le contamos lo que queremos hacer y generalmente suelen participar.

'Callejeros' es tan original y tan diferente que tiene su nicho de audiencia

¿A qué se debe que 'Callejeros' siga conectando con el público después de casi 20 años?

Hoy en día 'Callejeros' ya lo pueden ver los padres con los hijos. Además, hay una cosa que está muy bien, que es su sello de autenticidad. Si tú estás haciendo zapping y te encuentras 'Callejeros', primero lo reconoces a los 30 segundos, y segundo, sabes que no te va a dejar indiferente y te quedas viéndolo.

El estreno coincide con nuevas apuestas en otras cadenas como La 1. ¿Cómo se vive esa competencia por la audiencia?

Nosotros por suerte o por desgracia dependemos de un numerito. Lo bueno es que 'Callejeros' es tan original y tan diferente que tiene su nicho de audiencia. Entonces la gente suele seguir siendo fiel al programa desde hace 20 años, aunque haya habido relevo generacional. Tú puedes estar viendo un concurso, un show grande en otras cadenas, pero aquí sabes que tienes tu refugio de realidad, tu bocado de cercanía durante 60 minutos.

Actualmente vemos una mayor apuesta por contenidos de actualidad en todas las cadenas. ¿A qué crees que se debe este auge?

La gente queremos más que nunca que nos cuenten lo que está pasando en el mundo, en nuestro vecindario, incluso en nuestro ascensor. La sociedad quiere saber.

¿Qué historia te gustaría contar en las próximas temporadas que todavía no hayas podido grabar?

No tengo ninguna historia favorita. A mí me gusta contar todo lo que transmita cercanía, verdad, y sea curioso e interesante. Bien sea una persona que está sentada mirando al mar en una esquina o alguien que me encuentre que viene debajo de un camión buscando una vida mejor. Cualquier historia la contaré con la misma ilusión con la que he contado la primera.