Dividida en dos

Crews y Dani Reese, su pareja policial, recogerán pruebas que apuntan al marido de la víctima como principal sospechoso. Sin embargo, el policía tendrá el presentimiento de que el hombre no es culpable, por lo que hará todo lo posible por averiguar la verdad y evitar así que un inocente acabe en prisión, tal y como le ocurrió a él 12 años atrás.

Por otra parte, Crews regresará al lugar en el que se cometieron los crímenes de los que fue acusado. En su afán por descubrir la verdad de lo ocurrido, el detective hará un descubrimiento revelador que podría ser sólo la punta de un inmenso iceberg.