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Jorge Javier Vázquez debuta como novelista. El presentador de 'Sálvame' publica "La vida iba en serio" y ha aprovechado la promoción del libro para ofrecer unas declaraciones a El País.

En ellas asegura estar cansado de hablar del término "telebasura". "Llevo escuchándolo como 15 años. Entonces, de verdad, es que ya pierde todo el sentido. Es como cuando te dicen muchas veces "te quiero", asegura reconociendo que "por mucho que nos empeñemos, la vida es zafia y vulgar".
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"¡Yo trabajo en una cadena comercial y mi deber es hacer un programa que la gente vea! Y al final la gente te dice todos los días lo que quiere ver, con las audiencias. Somos titiriteros, y si la gente no te quiere pues echas la lona y pa' tu casa", se defiende.
"Yo no soy un modelo a seguir en nada"
Jorge Javier asegura, eso sí, que "hay dos formas de ver 'Sálvame'. Se puede ver como un listado de las noticias rosas del día, o como un retrato de las relaciones que se establecen entre los colaboradores del programa. Y eso es una novela, pero real".
Desvela que las críticas "no me afectan" y opina que se está sobredimensionando la influencia de su programa: "¿Cuánta gente ve 'Sálvame'? Dos o tres millones de personas. ¿Cuánta gente hay en este país? Estamos elevando a la categoría de problema algo que es anécdota".
"¿Por qué nos empeñamos en que la televisión tenga que ser un modelo? En mi contrato no pone que yo tenga que ser un modelo para la sociedad. Desde luego, yo no soy un modelo a seguir en nada", reflexiona.
"Le he dicho a mi sobrino que se vaya de España"
El presentador reflexiona también sobre la actual situación económica. Asegura sentise afortunado porque no le falta trabajo, pero no es ajeno a los problemas del país: "Yo tengo un sobrino que ha hecho químicas y ha hecho no sé qué máster, y un curso puente, y además es ingeniero... y yo le he dicho que se vaya de España. Aquí no hay nada que hacer".
"No sé dónde está el dinero", opina. "Supongo que ahora mismo este país sigue adelante por el dinero negro. Si no, no se entiende. Si no, la gente estaría ya destrozando los escaparates a pedradas".