Las autoridades turcas han ordenado cerrar 130 medios de comunicación, entre ellos 16 canales de televisión, 23 estaciones de radio y 45 periódicos diarios, y además han detenido a 30 periodistas, tal y como recoge la agencia de noticias oficial Antolia. El fallido golpe de Estado se ha convertido en el pretexto perfecto de Erdogán para silenciar a los medios de comunicación no afines a los intereses del Ejecutivo turco.
Esta medida se ha sumado a las licencias retiradas a cientos de periodistas por sus supuestos vínculos con la asonada militar y su presunto líder, el influyente clérigo Fetulá Gulen, exiliado en Estados Unidos. Sin embargo, la prensa ha advertido de que la ofensiva contra la libertad de expresión se inició mucho antes del fallido golpe.
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El presidente turco ha declarado el estado de emergencia y ha suspendido el Convenio Europeo de Derechos Humanos esgrimiendo razones de seguridad ante la posibilidad de que se produzca un nuevo golpe de Estado. Unos 2.400 militares han sido destituidos como sospechosos 'gulenistas' y más de 50.000 trabajadores públicos han sido cesados o suspendidos.

La FEP pide la intervención de la UE en Turquía
La Federación Europea de Periodistas ha exigido a la Unión Europea que pida explicaciones al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, sobre las continuas violaciones a la libertad de prensa. "Mientras continúen las detenciones de periodistas y el cierre de medios de comunicación en Turquía, la FEP solicita a la Unión Europea que tome medidas adicionales para frenar al presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, a quien responsabilizan de las numerosas violaciones de libertad de prensa", han explicado en un comunicado.
"La situación ha llegado a un punto en el que el miedo de los medios de comunicación turcos de ser arrestado está dando lugar a un aumento del amordazamiento de la prensa, lo que infringe los derechos humanos fundamentales como la libertad de expresión y el derecho de la ciudadanía a saber", ha subrayado la FEP.