Carl Rinsch se hizo conocido gracias a una película que protagonizó Keanu Reeves. Ambos participaron en la creación de 'La leyenda del samurái: 47 Ronin'. Esta cinta no causó gran impacto en el público, pero además la productora del proyecto perdió mucho dinero tras haber gastado 175 millones en hacerla.
Esto se debió al elevado presupuesto que pedía el director y a los reshoots que se tuvieron que realizar una vez había acabado el rodaje para poder solucionar algunas de las escenas. Esto hizo ya pensar mal de Carl Rinsch, quien había hecho perder mucho dinero a Universal Pictures.

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A pesar de ello, este creó un nuevo guion, junto a su mujer, para una nueva serie en la que también estaría involucrado Keanu Reeves como protagonista, ya que este seguía apoyando al director británico. En aquel momento las plataformas de vídeo necesitaban contenido desesperadamente y este proyecto no sonaba nada mal. Debido a ello, Netflix, HBO y Prime Video pujaron por ello, pero fue la primera la afortunada, o bueno, más bien la desafortunada, ya que aquí comienzan los problemas.
Tras ello, Deadline ha revelado que Netflix le entregó al británico 61 millones de dólares para la preproducción de la serie y otros 11 millones más, dinero con el que tendría que tener todo hecho. Sin embargo, no se rodó ni una sola escena de esa serie que llevaba por nombre 'Conquest' y Rinsch supuestamente dilapidó todo el dinero de Netflix en caprichos, lujos y locuras.
En primer lugar, habría comenzado a invertir ese dinero en criptomonedas, se habría comprado caras prendas de diseño, relojes de la más alta gama y, por si eso fuera poco, se habría hecho con seis Rolls Royce. Además, habría usado ese dinero para comenzar el litigio para divorciarse de su mujer porque decía que esta había conspirado para matarlo.

Pero la cosa no queda ahí, ya que también se encontraron una serie de correos en los que el director británico afirmaba haber "descubierto el mecanismo secreto de transmisión del COVID-19" o que tenía la capacidad para predecir los rayos.
Juicio y actualidad del caso
Ante esta supuesta estafa que había perpetrado Rinsch, Netflix decidió cerrar el grifo, pero este ni corto ni perezoso demandó a la compañía por incumplimiento de contrato y pidió en juicio 14 millones de dólares como compensación. Netflix ganó ese pleito, en el que salió todo aquello a la luz, y la cosa quedó con que el director tiene que pagar una suma de 12 millones de dólares a la plataforma, algo que aún no ha ocurrido.
Un tiempo después este fue arrestado en Los Ángeles y ahora es acusado de varios delitos por los que se podría pedir hasta 50 años de prisión. Sin embargo, tras haber gastado todo su dinero ni siquiera puede pagar el vuelo a Nueva York, ciudad donde se tiene que celebrar el juicio por todos esos delitos. Debido a ello el juez ha tenido que ordenar al Servicio de Marshals de EEUU que cubran los gastos del viaje para que se pueda celebrar dicho litigio.