OPINIÓN

Crítica de 'Ojo de Halcón', una ágil carrera para salvar la Navidad (y el futuro de Marvel)

La nueva serie de Disney+ apunta a ser la despedida que Clint Barton merece, pero, sobre todo, es la entrada triunfal de Kate Bishop al Universo de Marvel.

Por Alejandro Rodera El 23 de Noviembre 2021 | 18:00

Ojo de Halcón no es un superhéroe cualquiera. A diferencia de Thor, Steve Rogers o Bruce Banner, Clint Barton no tiene un superpoder divino o inducido, sino un talento, el de acertar en el blanco que se proponga, y la determinación de aprovecharlo para ayudar a los demás. Además, el arquero interpretado por Jeremy Renner tampoco tiene ese carácter inspirador que sí se atribuye a colegas de profesión como Tony Stark o Capitana Marvel. Su discreción y su actitud áspera no son las características que te ponen en la primera línea de un póster, pero justo ahí radica su atractivo: es un héroe que realmente no se siente heroico.

Esa contradicción le hace especial y es la principal razón por la que, diez años después de su debut en el Universo de Marvel, finalmente ha conseguido su primer proyecto (casi) en solitario: 'Ojo de Halcón'. El matiz del paréntesis es fundamental, ya que la serie de Disney+ entrelaza la aventura crepuscular de Barton con la irrupción de su potencial sucesora, la enérgica Kate Bishop. Ambos forman una alianza efectiva y regeneradora, que pone a Marvel Studios en el camino correcto para tratar de paliar el agotamiento de sus principales referentes.

Clint Barton y Kate Bishop en 'Ojo de Halcón'

La colaboración entre ambos surge en plena época navideña. Kate vuelve a Nueva York para pasar las fiestas con su madre y Clint está visitando Manhattan junto a sus hijos antes de reencontrarse con su esposa. Sin embargo, ninguno de esos planes se cumple como estaba previsto, ya que el resurgimiento de fantasmas del pasado de Ojo de Halcón lo trunca todo y hace que se crucen los caminos de los dos protagonistas. Hasta que el problema no quede resuelto, Clint no piensa volver a su retiro, aunque tiene un propósito innegociable: pasar la Navidad con su familia.

Para lograrlo tiene que desmantelar una conspiración que guarda relación con sus tiempos como Ronin, aquel alter ego que asumió cuando el Chasquido le robó a su familia y decidió ejecutar a espadazos a los criminales que sí sobrevivieron. Dentro de esa red criminal también queda atrapada Kate, con la que debe que unir fuerzas a regañadientes a seis días de tener que coger los regalos de debajo del árbol. El tiempo pasa y la cooperación entre el reticente mentor y la avispada pupila es la mejor opción.

Hailee Steinfeld en 'Ojo de Halcón'

Abrid paso a la heredera

Aunque el título pueda invitar a pensar lo contrario, en realidad 'Ojo de Halcón' es la serie de Kate Bishop. Así lo demuestra que el arranque esté dedicado íntegramente a la carismática joven, cuya historia de origen encaja a las mil maravillas dentro de la cronología del UCM. En apenas unos minutos, el primer episodio expone el momento más determinante de su vida y recorre su crecimiento con una brillante cabecera, inspirada en el estilo visual aplicado por David Aja en el aclamado arco de los cómics del que bebe (con la boca pequeña) ahora la ficción de Disney+.

Lo que nos espera después de esa introducción es una carrera contrarreloj con el habitual despliegue de medios de las producciones de Marvel. Explosiones, peleas, persecuciones... pero con un tono más ligero que el propuesto con 'Bruja Escarlata y Visión', 'Falcon y el Soldado de Invierno' y 'Loki'. Con su ambientación navideña y su urgencia por reunir a una familia, 'Ojo de Halcón' no aborda temas como el racismo sistémico, el duelo o la identidad, pero eso no quiere decir que no hable de nada. En vez de pisar charcos con los que realmente prefiere no mojarse, la serie creada por Jonathan Igla ('Mad Men') lo apuesta todo al entretenimiento, con alguna que otra concesión dramática ligada principalmente a las cicatrices abiertas de Clint.

Hailee Steinfeld y Jeremy Renner en 'Ojo de Halcón'

Dos arqueros y un destino

Durante los dos episodios que he podido ver, se subraya más que nunca que Barton no pretende ser un referente. Algo que contrasta con un mundo en el que los Vengadores han alcanzado el estatus de los padres fundadores, llegando a componerse un musical de Capitán América a lo "Hamilton". Al arquero no le interesa lo más mínimo el reconocimiento. De hecho, le incomoda, ya que le recuerda a su etapa de Ronin y a la traumática muerte de Natasha. En resumen, está harto, y ahí entra en juego la Kate Bishop de Hailee Steinfeld, con quien forma un tándem digno de una buddy movie policiaca. Él es el típico agente al borde de la jubilación y ella, la rookie que llega como un terremoto.

El contraste entre sus personalidades se explota en todo momento para aportar el típico sentido del humor de Marvel, que aquí no se siente impostado gracias a la química entre Renner y Steinfeld y a esa ligereza que lo envuelve todo: los malos iniciales -la mafia chandalera- son una broma en sí mismos, las muertes tienen una teatralidad que les resta dramatismo... Y al final todo rema a favor de que 'Ojo de Halcón' sea una escapada navideña con encanto que, sin salirse de la zona de confort de la saga, funciona notablemente. Además, todavía queda mucho por explorar durante sus próximos cuatro episodios, desde la intervención de Echo hasta el regreso de Yelena Belova, aparte de los ases que Marvel se haya guardado bajo la manga.

Aunque todo eso no son más que añadidos, porque lo realmente importante es que la llegada de Kate cumple con nota, demostrando que el título de Ojo de Halcón es transferible y que Marvel puede pasar página para recibir a una nueva generación de héroes (¿los Jóvenes Vengadores? Esperemos que sí). Ya iba siendo hora de que la franquicia se renovara y, si nos fiamos del inicio de la nueva serie de Disney+, parece que el intento impactará en el centro de la diana.