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Está siendo una semana muy intensa respecto a emociones en el mundo de 'La promesa', que a pesar de tener un poco mareados a sus fans en cuanto a horarios, está siguiendo una trama llena de giros y cambios inesperados que les hacen mantenerse al pie del cañón. El episodio 615 ha estado de nuevo cargado de drama. María Fernández, tras descubrir quién había sido el verdadero culpable de la excomunión de Samuel, se ha encargado de presionar al sacerdote para que se lo cuente al resto del servicio, siendo también merecedores de la verdad.
Por otro lado, Lope, Curro y Pía, desesperados con su investigación sobre la incertidumbre del veneno de las joyas, se ven en la obligación de tomar una peligrosa decisión. Los tres deciden que lo mejor es probarlo, para comprobar si se trata de cianuro o no. En lo que a Adriano y Catalina respecta, no pueden evitar sorprenderse al saber cuál es el "regalo" que les tiene preparado el duque por salvarle la vida.
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En cuanto al amor, la serie está dejando ver las dos caras de la moneda. Los cocineros descubren que Emilia y Rómulo están viviendo un romance, aunque le confiesan a la enfermera que llevan unos días notando una actitud muy rara del mayordomo, a la que por el momento no encuentran explicación. Contrario a este amor idílico que parecen estar viviendo ambos, se encuentran Ángela y Curro, que tienen que soportar que la madre de esta esté constantemente cortándoles las alas e impidiendo sus acercamientos. Por esto, Leocadia decide cortar de raíz este problema, cambiando de manera drástica el rumbo de la vida de Ángela.
¿Qué pasará el lunes?
Todo tiene una explicación, al igual que la actitud tan sospechosa que veían sus compañeros a Rómulo. Y es que la forma tan rara de actuar que estaban notando del mayordomo se debe a que este está planeando su marcha de 'La promesa' junto con Emilia. Aunque intentan mantenerlo con la mayor discreción posible. A su misma vez, Leocadia cree que por fin logrará acabar con los acercamientos entre Curro y Ángela, ya que ha mandado a su hija de vuelta a Zúrich para retomar sus estudios. Claro está, que no cuenta con que su hija no va a renunciar tan fácilmente a sus propios planes de vida.
Adriano y Catalina siguen desconcertados con el obsequio que les ha entregado Lisandro, mientras que Lope, Curro y Pía planean el siguiente paso en su investigación después de descubrir que el estuche de las joyas sí que contenía cianuro. A parte, Manuel responde y acepta la oferta de la persona interesada en comprar los motores, además de acompañar a Simona al cementerio para visitar a Jana. Mientras tanto, María Fernández continúa presionando al sacerdote para que confiese delante de todos lo mismo que le contó a ella.
