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'La Voz Kids' vuelve a Antena 3 con su nueva edición. Este concurso, que lleva con nosotros más de 10 años, aterriza de nuevo en nuestras casas con la décima temporada. Hemos podido hablar y entrevistar a sus dos nuevos coaches, Edurne y Manuel Turizo, para que nos comenten cómo ha sido esta nueva experiencia.
¿Qué tal la experiencia?
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Edurne: Bastante bien. Yo por mi parte, imagino que Manuel también, nos han tratado superbién. Nuestra primera vez como coaches ha sido increíble, nos han cuidado mucho. Tanto David como Lola, que llevaban más tiempo, nos han arropado un montón y ha sido una experiencia superbonita. Disfrutar con los compañeros, pero también con los niños, descubrir el talento... Es una de las cosas que más me gustan. Musicalmente ha sido increíble. Viene una nueva generación tremenda de talento.
Manuel Turizo: Es brutal. Nosotros somos apasionados de la música, entonces sentarte a ver literalmente las ilusiones que van creciendo y tú poder ser parte de esa emoción y de ese desarrollo es brutal. Yo lo disfruto muchísimo y siento que todos nos lo disfrutamos muchísimo.

¿David y Lola, que llevan más tiempo en el formato, os lo han puesto fácil?
E.: Bueno... A ver, no podemos develar mucho, no podemos adelantarnos, pero es verdad que nos han cuidado mucho, pero somos cuatro personas que nos gusta mucho jugar. Somos competitivos y hemos ido a disfrutar, pero también intentar coger las mejores voces. Ya lo veréis, no puedo desvelaros. Ha sido interesante lo de los bloqueos, interesante.
¿Alguno os lo ha puesto más difícil que otro? ¿Quién ha sido vuestro mayor adversario?
M. T.: Pues mira, en algún momento Edurne y yo tuvimos un encuentro, pero ya me disculpé de mis malas acciones y ya somos amigos otra vez. Ya nos queremos.
E.: Hombre, pero porque somos los dos nuevos, no puede ser. Tenemos que ser los nuevos contra los viejos, no puede ser. Bueno, los viejos... Los que llevan más tiempo.
Veteranos.
E.: Veteranos, perdón, sí.
M. T.: Exacto.
Nosotros no vemos mucho a las familias y lo agradezco
¿Llegáis a pensar en el futuro de los niños a la hora de decidir?
E.: No, en el momento vivimos el momento. Evidentemente, lo que pase en el futuro nadie lo sabe, no tenemos una bola de cristal que te diga lo que va a pasar. La clave es dejarse emocionar por la voz que tú estás escuchando. Lo bueno que tiene este programa es que te enamoras de una voz, no de una persona. Tú escuchas, te hace sentir, te pone los pelos de punta y a lo mejor no es la voz tan perfecta que has escuchado siempre, pero tiene algo que te emociona y te llena. Entonces, esa sensación es lo maravilloso que tiene 'La Voz'.
M. T.: Totalmente de acuerdo. Cuando los veo, veo el ahora. Es obvio que a todos les va a cambiar la voz, pero no pasa nada porque el callo que ganan actuando y subiéndose a un escenario delante de gente, esa seguridad que tienen es lo importante. Quizás acaban siendo otra cosa que no sea cantante, pero están envueltos en la música en otra cosa que no sea cantar. Es meterles en la cabeza el mundo de la música. Por mi lado, yo no fui un niño que tuve las oportunidades que están teniendo estos niños y mírame dónde estoy. Gracias a Dios he tenido una carrera muy bonita sin tener esto, imagínate ellos lo que pueden hacer si desde tan pequeños tienen todas estas preparaciones. Si les cambia la voz el día del mañana o pierden habilidades, lo que les queda en la cabeza no se lo quita nadie, nadie.
E.: Y la valentía. No es nada fácil plantarse en un escenario como este delante de nosotros, del público y de las cámaras siendo tan pequeñitos. Si a un adulto le cuesta, imagínate a un niño. Es demasiado. Son muy valientes y solo por eso ya tienen todo mi respeto.
¿Está un niño preparado para algo así? Si a un adulto le cuesta perder, ¿cómo lo hacéis con los niños?
E.: El equipo de 'La Voz' les cuida muchísimo, los niños son conscientes de lo que es. Evidentemente, cuando hay algunos que se quedan en el camino, lloran y les gustaría quedarse con sus compañeros. Pero creo que los tratamos con tanto cariño y les explicamos tan bien que es solo un programa y que tienen toda la vida por delante... Yo empecé con nueve años y, a lo mejor, por eso tengo más empatía con ellos en decirles que no todo es 'La Voz' y que tendrán toda la vida para seguir aprendiendo y para tener más oportunidades.

¿Cómo se lo toma la familia?
E.: Nosotros no vemos mucho a las familias y lo agradezco. Habrá algunos que mejor y otros que peor, pero no tenemos mucho contacto con ellos.
Varios coaches habéis pasado por talents también. ¿Esa experiencia os hace reflejaros en esa ilusión, en esas ganas o en esa decepción?
E.: Sí, claro. Por eso os lo decía, yo empecé muy pequeñita y sé lo que es pasar por casting, que te juzguen y que en ese momento pienses que es la única oportunidad que tienes. Por eso, siempre intentamos explicarles bien que, aunque hoy sea un no, no quiere decir que en la vida sea un no. Pero creo que se lo toman bastante bien. Evidentemente hay algún caso, pero me sorprende la madurez que tienen para aceptar que es un concurso.
M. T.: Lo asimilan y, por más que tengan competitividad entre ellos, no se van hacia allá. Los mayores se lo toman siempre peor, los niños la quieren pasar bien entre ellos, pasarla bien.
Edurne, vemos que has dado un giro a tu carrera volviendo a la música de baile y, además, has cambiado de cadena. ¿A qué se deben estos cambios?
E.: Bueno, la vida es evolucionar, es ir cambiando. Yo he pasado una experiencia maravillosa en 'Got Talent España', ya sabéis, y ahora estoy feliz en 'La Voz' porque tiene más que ver conmigo. Es música, son niños, yo empecé a cantar pequeñita también. Estoy feliz, me llevo toda esta edición y todo el programa en el corazoncito porque es muy emocionante, muy emotivo y he tenido una conexión enorme con los niños, los compañeros, el equipo... Todo es maravilloso. Y en cuanto a la música, siempre he dicho que me gusta evolucionar, mantener mi esencia, pero mostrar canciones y discos que no recuerden a lo anterior. Es volver a esos 2000 míos, pero renovado y con el baile porque echaba de menos bailar. He vuelto y estoy muy contenta porque la gente lo está acogiendo muy bien.
Yo no fui un niño que tuve las oportunidades que están teniendo estos niños y mírame dónde estoy
¿Después de esta experiencia en 'La Voz Kids' te gustaría ir a 'La Voz' adultos?
E.: Pues no lo sé, eh. Yo es que estoy muy a gusto aquí con los niños, estoy muy feliz por ver los comienzos. Además, aconsejar a un niño es mucho más fácil que aconsejar a un adulto, en mi caso. Estoy muy a gusto con los niños y lo paso muy bien con ellos, así que, por ahora, nos quedamos.
En el cambio de formato desde 'Got Talent', ¿cuál ha sido el mayor reto?
E.: ¿Sabes qué pasa? Que yo soy una persona que disfruta todo lo que hace. Es verdad que 'Got Talent' abarca todo tipo de talentos y aquí se centra en la música, que es lo mío. Cantar, la música y los niños. Yo simplemente lo vivo, no siento ni que esté trabajando. Para mí es un lujo poder estar descubriendo nuevos talentos, descubriendo a los niños y dejarme llevar. Es que todas las cosas las hago un poco así. O sea, me dejo llevar por la emoción, por lo que siento en el momento, no me preparo nada, simplemente lo disfruto. Y aparte que tengo la suerte de tener trabajos y proyectos como este, que es una joyita.
Es otro tipo de magia, ¿no?
E.: Es otro tipo de magia, es diferente. Cada uno tiene lo suyo, pero esto es otra cosa.
Manuel, para ti, que vienes de fuera, ¿qué tan fácil o qué tan difícil es valorar estilos musicales propios de aquí? Porque a ti te ponen un vallenato y bien, pero con el flamenco, por ejemplo...
M. T.: Creo que como extranjero me sorprendo más. Puede que me sorprenda mucho más. Quizás hasta me cause un poco de inseguridad a mí en el hecho de, por ejemplo, ver a un niño flamenco y no saber qué decir.
E.: No, pero el flamenco te gusta muchísimo.
M. T.: A mí me fascina. Y te dan ganas de investigar, buscar. Me puse a buscar canciones de Camarón, la historia de Camarón, todo, para yo saber también qué estoy escuchando y no ser un ignorante tampoco, ¿entiendes? Yo creo que para nosotros un vallenato es algo muy normal. Pero si nosotros, no sé, nos traemos a Edu y la llevamos a ella, para ella todo va a ser mejor. Que le empiecen a contar las historias de cómo nacen las canciones, que es la misma cultura de cómo nacen las historias del flamenco. A ella le va a volar la cabeza. Yo siento que a mí me pasa lo mismo cuando conozco esa parte de la cultura musical del flamenco.

¿Y qué sentisteis cuando os sentasteis por primera vez en los sillones?
E.: Mucha ilusión y nervios. Al final, cuando estás en un proyecto nuevo, es como ilusión, pero también un poquito de nervios, sobre todo por eso de pulsar o no pulsar. Pero luego ya es disfrutar y sorprenderte. Porque, además, una vez que pulsas y te giras hay veces que sí que es más o menos la idea que tú tienes en tu cabeza, pero hay otras que no. Cuando piensas que es una niña y de repente es un niño, o crees que es más mayor y de repente es muy pequeñito, es alucinante. O sea, ese momento de girar es alucinante. No te lo puedo ni describir, no sé cómo describirte ese momento.
Manuel, tú estuviste en 'La Voz Kids' de México. ¿Hay mucha diferencia entre los talents de aquí y de allí?
M. T.: Bueno, justamente lo que hablamos ahorita. Obviamente no va a haber tanto muchacho influenciado por la cultura flamenca, sino que va a ser más influenciado por la cultura regional, pero el resto es lo mismo. En realidad, los muchachos van allá a querer aprender y a querer escuchar de gente que les gusta, ¿me entiendes? Es lo mismo, es la misma dinámica que yo veo aquí, sinceramente. Cambia un poquito, la cultura influye un poquito. En cada país te pasa igual, pero en el resto es lo mismo.
Y cuando os giráis, ¿ya habéis detectado algún truco que os vaya mejor para que los concursantes se vayan con vosotros? ¿Algún arma? Porque a Pablo López, por ejemplo, le tiraba mucho esa poesía que tenía para convencer. ¿Vosotros cómo convencéis?
E.: Nos ha costado mucho. Hemos sufrido. Hemos sufrido muchísimo porque yo pensé que iba a ser más fácil.
M. T.: David. David es el rey aquí. Es el que más se lleva.
E.: Yo no sabía ni qué hacer. Muy complicado, pero bueno.
M. T.: No, pero también de eso se trata. Hay que ponerle picante.
Viene una nueva generación tremenda de talento
Orozco a veces les ofrece paellas.
E.: Sí, sí, sí.
M. T.: Ese truco yo nunca lo he sacado.
E.: No lo hemos sacado, pero el año que viene lo vamos a tener preparado.
M. T.: Llegar uno con una bolsita de regalos y con galletas.
¿Notáis mucha inocencia respecto a la edición adultos, que buscan el éxito?
E.: Hay un poquito de todo, yo creo. Hay niños que no saben todavía muy bien hacia dónde tirar y otros que lo tienen clarísimo.
M. T: De adultos, las ambiciones son un poquito más...
Los adultos son más difíciles, a lo mejor.
M. T.: Sí, quizás... Aunque yo nunca lo he hecho, tampoco es que tenga mucha experiencia. Yo lo digo porque creo que sería un poco más complicado.
E.: Sí, es verdad.
M. T.: Pero los niños, en realidad, depende de cómo es cada uno. Los más chiquitos, obviamente, tú vas a ver que no se lo van a tomar tan en serio como los más mayores, que es algo que les pesa.
Y a lo mejor son más versátiles también, porque como están tan nuevos, son más moldeables en ese sentido.
E.: Claro. En adultos no hemos estado, pero es verdad que con los niños una de las cosas que también me ha sorprendido mucho es que cuando ya empiezas a trabajar con ellos son como esponjas. Es que les dices una cosa o les dices tres y es que te las pillan al vuelo y ya de repente vuelven a hacer otra vez el ensayo y es otra cosa totalmente distinta. Es muy bonito que tengan esa capacidad para recibir esas opiniones y esas críticas, que no te lo corten de raíz. No sé los adultos, pero los niños lo reciben bastante bien.

Y en cuanto a los asesores, ¿cómo los habéis elegido?
M. T.: Yo soy el extranjero, como el que viene a poner una salsa que no es de aquí, y busqué lo mismo. También yo siento que lo que hice fue escoger por energía, por similitud de energía.
E.: Es tremendo el suyo. Yo, en mi caso, quise tener un artista que admiro mucho. Me encanta la música que hace y creo que para los niños es un gran ejemplo. Me encanta todo lo que hace, como compone... todo.
¿Habéis buscado algún tipo de voz en concreto?
M. T.: La magia de estar volteado es que no te puedes imaginar nada, estás en blanco, te dejas sorprender. Tienes que dejar que te sorprenda y ya.
E.: Sí, al final no es buscar un flamenco, un lírico o un pop. No, es que es la voz. Aquí lo que se valora y lo que al final gana es una buena voz. Da igual el estilo que sea, la edad que sea. Entonces, no. Yo en mi caso es que me dejaba llevar. Si me gustaba lo que escuchaba, pulsaba. Son como corazonadas. Y hay veces que no le pulsas y dices: "¿Por qué no he pulsado?".
M. T.: También.
E.: Al rato te pasa, pero otras veces son corazonadas inmediatas. Un poquito de todo.