'La que se avecina': Temporada 7

Siguiendo la línea de su anterior tanda, la séptima temporada de 'La que se avecina' volvió a contar con el apoyo del público, reuniendo a 4.694.000 espectadores y un 23,6% de share. Un dato sobresaliente para una temporada peculiar que estuvo especialmente marcada por los vaivenes de actores en el reparto, así como por el cambio de sintonía.

Después de años ligados al universo vecinal de los Caballero, Eduardo Gómez y Eduardo García cerraron ciclo en Mirador de Montepinar, convirtiéndose en dos de las bajas más sonadas de la temporada 7. Además, Adrià Collado y el recurrente Carlos Alcalde tampoco renovaron por más entregas. Pero, más allá de las salidas definitivas, Vanesa Romero y Cristina Castaño se ausentaron en la primera parte de la temporada.

Para cubrir la baja temporal de Castaño, que inicialmente no tenía previsto su regreso, Contubernio Films incorporó a María Adánez. La intérprete de la inolvidable Lucía de 'Aquí no hay quien viva' se metió en la piel de Rebeca, una abogada que se mudaba al piso de la psicóloga en Montepinar 7. Además, aunque ya se incorporaron en la recta final de la anterior tanda, Fernando Tejero y Estela Reynolds se convirtieron en miembros fijos del reparto.

En cuanto a las tramas de la 7ª temporada, Judith abandona Montepinar y se muda a Chicago con su novio Trevor (Alex Hafner), donde ha dado a luz a su hijo con Enrique (José Luis Gil), Dylan. Mientras que Berta (Nathalie Seseña) contrata a Rebeca como abogada para divorciarse de Antonio (Jordi Sánchez) después de sus habituales crisis. Tras la separación, la exmujer del pescadero y Araceli están cada vez más unidas y acaban teniendo una pasional relación. Por otro lado, los Cuquis atraviesan su peor momento y acaban viviendo en el garaje de la comunidad junto a Ojos de Pollo (Álvaro Giraldo), ya que el resto de sus hijos se van a vivir con la madre de Maite (Eva Isanta).