'La que se avecina': Temporada 8

Una vez más, 'La que se avecina' volvió a cosechar un enorme éxito con el estreno de su octava temporada, reuniendo a 4.465.000 espectadores y obteniendo un 25,6% de cuota de pantalla. Una buena acogida que se mantuvo a lo largo de 16 capítulos, que se emitieron con un parón de por medio de casi cuatro meses.

Como en cada temporada, la comedia de Mediaset España y Contubernio Films contó con algunas bajas en su reparto: Antonia San Juan (Estela Reynolds) abandonó de nuevo la ficción junto a Silvia Abril (Violeta Recio). Dos bajas que fueron suplidas por Petra Martínez, que se incorporó al elenco como Fina Palomares, así como por la participación recurrente de Silvia Alonso, en el papel de Patricia, y Paz Padilla como La Chusa. Además, Víctor Palmero se unió a la serie en la última entrega de la temporada 8 para dar vida a Alba Recio.

Esta etapa estuvo marcada por la celebración de sus 100 entregas con un episodio especial. Como si de "El show de Truman" se tratase, el capítulo "Un presidente rayado, una catarata de infortunios y un descubrimiento sobrecogedor" desvela una increíble noticia: los vecinos son marionetas manejadas por Telecinco para dar vida a personajes en una serie de televisión. Con esta premisa, los vecinos rompieron la cuarta pared para salir al exterior y descubrir la vida real con un capítulo repleto de guiños y referencias tanto a 'LQSA' como 'Aquí no hay quien viva'. Eso sí, con un giro en su desenlace.

En cuanto a las tramas arco de la octava temporada, Vicente (Ricardo Arroyo) espera su final mientras que su consuegro Fermín (Fernando Tejero) lucha por relanzar su negocio y mantener su piso. Pero sus hijos tampoco lo tienen nada fácil, ya que Javi (Antonio Pagudo) duda entre su mujer Lola (Macarena Gómez) y su vecina Judith (Cristina Castaño), generando una crisis en el matrimonio del ático. Antonio y Berta intentan reconciliarse y planean su segunda boda, aunque él no está demasiado ilusionado. El pescadero está más preocupado de sus problemas con Fina, la anciana que se muda al 2ºC y está dispuesta a fastidiar a todos los habitantes de Mirador de Montepinar.