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La entrega de este martes de 'Masterchef' vivió varios momentos de tensión. En la primera prueba del programa culinario, los aspirantes tuvieron que cocinar por parejas mediante relevos y aquí llegó la primera de las polémicas de la noche. Una de las parejas las conformaban Sally y Fidel y pese a los intentos de él por animarla, ella se comportó de manera mandona, prepotente y no mostró que confiase en su compañero en los momentos en los que cocinaba él. El gesto feo que mostró al finalizar la prueba y recibir el veredicto tampoco pasó desapercibido: Fidel se acercó a ella para chocar los cinco y ni le mira.
El otro suceso tenso de la noche se produjo entre uno de los miembros del jurado, Jordi Cruz y al aspirante Carlos. Después de que Kevin presentara su plato al jurado, Jordi Cruz se dirigió a Carlos, que ya estaba en la parte superior salvado, para preguntarle: "¿Carlos, a ti te ha parecido buena idea lo del crujiente?", debido a que mientras cocinaba el concursante él comentó que el crujiente "no valía para nada". "Bueno, yo lo hubiese hecho de otra forma. Yo es que eso no lo sé hacer. Entonces yo hubiese hecho lo que sé hacer, una pasta fresca frita...", momento en el que fue interrumpido por Jordi Cruz, que le dijo: "Te lo pregunto de otra forma, ¿por qué criticas algo que no sabes hacer?".
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Carlos volvió a responder espontáneamente: "¡Pero qué tontería, vamos! A parte de que no ha sido una crítica, simplemente he opinado sobre una elaboración. Simplemente". El juez tomó nuevamente la palabra: "A mí me genera respeto alguien que deja una profesión para hacer la que a mí me gusta, la cocina. Me genera un respeto que sólo valoraré cuando lo pruebo, no cuando lo veo a 10 metros". Al finalizar, Carlos siguió con su versión: "Yo no me he reído en ningún momento, ni he criticado el plato ni nada. Simplemente he opinado con mis colegas. Y luego me ha dicho el chef que estaba criticando, no sé qué... ¡Eso es mentira! Ha sido un comentario cariñoso y ya está".
El expulsado eclipsado
Ya han llegado al ecuador de la temporada y la exigencia y el nivel cada vez son mayores. En la prueba de relevos los jueces pudieron ver la complicidad de los aspirantes y su personalidad mientras cocinaban un capón relleno. En la prueba de exteriores viajaron hasta Tenerife, al Parque nacional del Teide, donde los concursantes tuvieron que cocinar platos típicos de la gastronomía canaria con los que tuvieron algunas dificultades, por lo que el jurado les tuvo que echar un cable. Por último en la prueba de eliminación los aspirantes tuvieron que enfrentarse a 80 latas de conservas para elaborar un plato.
El concursante más débil en este programa fue finalmente Víctor, que según el jurado no había pillado de qué iba la prueba de eliminación al no cocinar y solo servir. Su expulsión fue sido un tema un poco eclipsado por los rifirrafes vividos. "Sabía que MasterChef es duro, pero no sabía que se sufriese tanto" opinó tras su expulsión. El malagueño, que confesó que quería montar un restaurante con su socio y con su hermano.
