VESTIDO CON TURRÓN

Ángel Garó prende fuego a su cocina y tira el postre encima de Raquel Bollo en 'Ven a cenar conmigo'

El humorista se tomó a cachondeo el incidente del fuego y aseguró que "un poco más y hacemos la segunda versión de 'El coloso en llamas'".

Por Sergio Navarro El 24 de Julio 2018 | 14:09

Cuatro arrancó con su segunda 'Summer edition' de 'Ven a cenar conmigo' con nuevos concursantes VIP y siendo Ángel Garó el primer anfitrión. Lubina, carne de cangrejo, gambas... Bajo el nombre de "Esencias de la línea de la Concepción", estaba preparando un menú delicatessen con el que sorprender a sus invitados, pero no contó con dos percances que estaban a punto de suceder.

Ángel Garó y el fuego, en 'Ven a cenar conmigo: Summer edition'

Cuando estaba en su cocina, echó aceite muy caliente que acabó convirtiéndose en una llamarada de fuego en su cocina. Con algo que todo el mundo se habría asustado, ya que no había sido intencionado, Garó no le dio mucha importancia y no dejaba de reír mientras sostenía el cazo ardiendo. Además, soltó alguna que otra gracia: "Un poco más y hacemos la segunda versión de 'El coloso en llamas'".

Los invitados fueron llegando para degustar los platos del anfitrión. De este modo, Melody, Raquel Bollo, Agustín Bravo y Olivia Valère se desplazaron hasta Málaga para juntarse por primera vez los cinco. Tras el entrante, el principal y la sorpresa de la cantante porque "aquí hay más cubiertos que en el 'Titanic'", llegó el momento que Bollo ni se imaginaba que podría ocurrir.

¡Atención: postres!

El postre de Ángel Garó cae sobre Raquel Bollo, en 'Ven a cenar conmigo: Summer edition'

Los cuatro invitados esperaban expectantes el postre de Garó: milhojas partido en mil pedazos rellena de turrón. Para ahorrarse viajes, quiso abarcar más de lo que podía sosteniendo platos con el brazo y advirtiendo que "atención que se derrite". Y pasó lo que se veía venir. El plato cayó pero no al suelo, sino encima de la colaboradora de 'Sálvame'. Tras las caras de sorpresa y algún grito, quiso tranquilizar al anfitrión diciendo que "no pasa nada".