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Tras el descanso veraniego, 'El programa de Ana Rosa' regresaba con una nueva temporada, la número 21 ya, y lo hacía arrancando con un contundente editorial de Ana Rosa Quintana contra el presidente del Gobierno Pedro Sánchez. Tras felicitar a Carlos Alcaraz por ganar el US Open, la presentadora daba otra noticia: "8 de septiembre y Sánchez sigue en Moncloa".
"El Gobierno retoma una legislatura consumida, consumida como el rostro del presidente. Pensaba que iba a volver relajado porque solo ha salido del palacio de La Mareta para posar unos minutos en las cenizas de la España quemada", expresaba la periodista, criticando el aspecto físico del político español.

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"Pensé que iba a venir descansado porque estaba tranquilo, con 40 escoltas, el litoral cerrado, rodeado de su familia. Pero no hay paz para los cansados, aunque Sánchez recuerda el lozano reflejo que lucía en el retrovisor del Peugeot en el que viajaba con tres imputados", agregaba Ana Rosa Quintana, antes de hacer referencia también a Puigdemont.
"Sánchez pide un pacto de Estado para una España que no sabe gestionar, solo congestionar. Si la cara es el espejo de la legislatura, Sánchez ha vendido su alma a Puigdemont. El curso ha comenzado con la tradicional audiencia del fugado de Waterloo a un emisario del Gobierno rindiéndole pleitesía", pronunciaba Quintana.
"Sánchez ha quedado atrapado en un país de las maravillas en el que somos la locomotora de Europa, pero cuyos trenes van a llegar tarde durante casi tres años. Un país en el que los jueces hacen política porque imputan a sus familiares. Para que funcione el Estado de Derecho tiene que haber Estado", lanzaba, criticando también la gestión de los trenes en España.

¿Le llama dictador?
Ana Rosa Quintana también ha hecho referencia a la situación judicial en el país: "La apertura del curso judicial viene marcada por una broma del Ejecutivo, que ha querido reírse de la Justicia inaugurando el curso con un Fiscal General procesado que va a sentarse en el banquillo en un año judicial que él mismo inaugura. El chiste no ha hecho gracia a los profesionales de la judicatura, pero como decía Gila, si no saben aguantar una broma, márchense de los pueblo".
Para terminar su duro editorial, Ana Rosa Quintana retomaba su discurso sobre Sánchez para hablar de los presupuestos: "Los presupuestos son como un vampiro, unas cuentas que nos chupan la sangre para hacer una quita a Cataluña. Narciso murió tras enamorarse de su reflejo, pero el cuento de la belleza ha dado paso al de la desolación. Espejito, ¿quién es el más resiliente? Tú ya no, Pedro. (...) Y faltando el respeto a millones de españoles asegura que no convoca elecciones porque las perdería. Un presidente muy franco y muy maduro. Menos pataletas y más papeletas", zanjaba la periodista.