'Sin gluten', la comedia de la cocreadora de 'Machos alfa', se estrena el miércoles 8 de octubre en La 1

Después de presentar 'Sin gluten', una de las principales apuestas de ficción de Televisión Española, en la cita del FesTVal de principios de septiembre, la entidad pública por fin ha puesto fecha a la emisión de esta comedia desarrollada por la cocreadora de 'Machos Alfa' y 'Muertos S.L.', que también formó parte del equipo de guionistas de 'La que se avecina', Araceli Álvarez de Sotomayor: será el próximo miércoles, 8 de octubre, después de 'La revuelta'.

Producida por Onza en asociación con RTVE y Prime Video, la ficción cuenta con un reparto coral liderado por Diego Martín, formado por Adam Jezierski, Alicia Rubio, Iñaki Ardanaz, Teresa Cuesta y Antonio Resines. Asimismo, incluye la colaboración especial de Marta Fernández Muro y Fernando Tejero, al igual que nuevos talentos como Paula Muriana, Najwa Khliwa, Lucas Miramón, Daniel Triana y Tadeo Masó.

'Sin gluten' verá la luz en abierto en La 1 dos días antes de que aterrice en el catálogo de Prime Video, el viernes 10, en un prime time donde la cadena pública emitirá dos episodios. Una estrategia que se mantendría, en principio, las siguientes semanas, hasta completar los ocho episodios que forman parte de esta temporada. La serie ocupará además el lugar de 'Los archivos secretos del No-Do', compitiendo contra apuestas como 'Juego de pelotas' de Antena 3 y 'La Agencia' de Telecinco.

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Cuatro noches únicas con una comedia más fresca que una lechuga ????

????El próximo miércoles, después de @LaRevuelta_TVE, llega 'Sin Gluten' a @La1_tve y @rtveplay.https://t.co/nztntanUxw pic.twitter.com/y4L7UFTQGO

— RTVE Comunicación y Participación (@RTVE_Com) October 2, 2025

Así es 'Sin gluten'

'Sin gluten' cuenta la historia de Ricardo, interpretado por Diego Martín, un prestigioso chef que cae en desgracia tras viralizarse un vídeo en el que, borracho, se dedica a insultar a sus comensales. Sin trabajo y sin hogar, Ricardo se ve obligado a vivir con su madre, al igual que debe aceptar un trabajo como profesor en la misma escuela donde aprendió a cocinar cuando era solo un adolescente rebelde.

A pesar de su delicada situación, rodeado de alumnos indiferentes y profesores hostiles con sus propios problemas y retos, el chef recurre al alcohol como consuelo. Eso propicia que, tras un incidente en una clase, la amenaza de otro posible despido lo empuje a jugar la carta de la rehabilitación para evitar repetir su destino, todo ello con el único objetivo de recuperar cuanto antes su antiguo puesto de trabajo.