La plantilla de TV3 se revoluciona y convoca una huelga en contra de la pena interpuesta a uno de los trabajadores por una supuesta filtración de datos. Siete años de cárcel es la pena que le puede caer al trabajador de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), por ser supuestamente el responsable de filtrar una noticia sobre la intención de la CCMA de hacer un expediente de regulación de empleo (ERE).
Así lo pide el fiscal y la propia dirección de la CCMA, algo que ha llevado a la indignación de la plantilla que ha comenzado una recogida de firmas a favor del trabajador, que serán presentadas ante la Comisión de Control de la CCMA del Parlamento autonómico el próximo 15 de abril, además de convocar, una semana más tarde, una huelga para pedir que la CCMA se retire como acusación.
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La plantilla dice estar dispuesta a todo para detener esta sentencia abusiva que señala supuestamente a un inocente: "G. tenía fama de que era un manitas con los ordenadores y con los móviles y por eso fueron a por él. A alguien tenían que cargarle el muerto y por eso tardaron más de un año en realizar la operación policial", explicó una fuente de los trabajadores al diario El Confidencial.

Una dura sentencia desde 2013
Después de meses de investigación sobre la filtración de los documentos en los que se planteaba el ERE por parte de la CCMA, en octubre de 2013, los Mossos de Esquadra detuvieron a G.C., trabajador del ente como supuesto culpable, llevándolo a permanecer tres días en calabozo incomunicado, a pesar de la negación de G.C sobre su acusación.
Sus compañeros han unido fuerzas para que liberen de cargo a G.C ya que desde entonces ha sufrido un infierno: "Aquello le dejó mal. Desde entonces ha sufrido un infierno, con bajas permanentes por depresión. Llevamos tres años de calvario y ahora la fiscalía pide siete años de cárcel por descubrimiento y revelación de secretos. Lo que le pedimos a la dirección es que desista. Es una pena desproporcionada lo que se le pide. Aun en el caso de que remotamente hubiese sido culpable, ya ha pagado con creces con lo que ha pasado los dos últimos años", explica al citado periódico uno de los compañeros del acusado.