Eduard Cortés, director de series como 'Merlí' o 'Ni una más', ha sido acusado por 27 mujeres de haber pedido desnudos a cambio de papeles en la industria. Todo comenzó el 26 de octubre, cuando la fotógrafa Silvia Grav publicó en su cuenta de Instagram unos mensajes que mantuvo con el director y en el que esta le acusaba de acoso en Internet. A partir de aquí, paulatinamente, más de cincuenta mujeres se han acabado sumando al testimonio de Grav.
Actrices como Sofía Barco, Norah Alexandra Vega y Nicole León, entre otras, acusan al cineasta de haberles ofrecido papeles y trabajo a cambio de vídeos suyos desnudas, masturbándose o practicando cualquier otro tipo de actos sexuales. Todas las víctimas tenían entre 20 y 30 años en el momento en el que Cortés contactó con ellas a través de Fotolog, Instagram, Facebook, MySpace o Messenger. Incluso, dos de ellas eran aún menores de edad. El director llevaría presuntamente delinquiendo desde el año 2007 hasta la actualidad y todo bajo el pseudónimo de "Gato del cerro", aunque, luego, siempre se presentaba con su verdadero nombre durante la conversación.

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Cortés siempre seguía el mismo método: primero, alababa el trabajo como actriz a las víctimas y, después, les decía que podía conseguirles un papel en la industria, especialmente, en lo que en sería su película 'Ingrid', del 2009, o en su supuesta continuación. "Cortés me aseguró que la protagonista estaba basada en mí y que el guion lo estaba construyendo después de haberme conocido y por mi trabajo", confesaba Eva Fàbregas a El País. También, Grav comenta: "Me dijo: 'Tienes talento, eres bella, inteligente y joven, tienes muchísimo potencial' (...) Eduard se mostró interesado en ofrecerme un rol en alguna de sus películas (...) Comenzó a preguntarme cómo me sentía al respecto de hacer desnudos, si había algo que se aproximara a una experiencia sexual en ello".
Tras la acusación de Grav, la Academia de Cine Catalán afirmó que iba a abrir una investigación, ya que el director era miembro de la entidad. Sin embargo, finalmente, el proceso no se llevó a cabo. Un mes después, a finales de noviembre, Cortés se dio de baja de la Academia alegando "motivos personales". Una vez salió, "la investigación quedó archivada provisionalmente" y "se reiniciaría en caso de que volviera a solicitar el alta como miembro", afirma Laia Aubia, directora de la Academia, a El País.
Las palabras del acusado
Tras las acusaciones, Eduard Cortés se puso en contacto con El País para dar el siguiente testimonio: "Lo único que puedo decir es que yo hice un proyecto que se llamaba 'Ingrid', que estaba vinculado a las redes sociales, y contacté con muchísima gente durante esa época". Además, dos días después mandó un correo añadiendo: "Las conversaciones en redes sociales se produjeron dentro de lo hipotético, buscando conexiones entre el modo de actuar del personaje y nuestra experiencia personal. Nunca eran propuestas explícitas (...) Esta es mi versión de los hechos. A partir de aquí, las percepciones que puedan tener otras personas se me escapan. Y también, evidentemente, puede haber una parte de malinterpretación o de mala gestión de la conversación por mi parte".