Serie relacionada
El doctor Vilches es, sin duda, el personaje más icónico de las series hospitalarias españolas. Hace años, Jordi Rebellón, el actor que le dio vida, comentó que él no era el House español, que en todo caso, "House era el Vilches americano". Esta frase tan sencilla era mucho más que unas palabras, ponía en valor lo nuestro para que, aunque tendamos a comparar todo, no siempre caiga lo nuestro en el lado peor posicionado. En España llevamos años haciendo ficción médica, un género que siempre ha gozado de muy buena salud.
Las series de médicos tienen algo con lo que nos saben enganchar. La adrenalina de estar entre la vida y la muerte constantemente, los momentos frágiles, la empatía que podamos sentir, las relaciones personales entre personajes... Son ingredientes que nos hacen, como espectadores, no quitarles ojo. Además, nos muestran la parte más vulnerable de los sanitarios, héroes sin capa pero que también tienen conflictos éticos y morales y que, como cualquier humano, también cometen errores.
-
-
-
-
-
-
-
-
A lo que también ha ayudado la ficción es a hacernos ver que no solo médicos trabajan en los hospitales. También hay enfermeros, hay celadores, hay conductores de ambulancias, hay recepcionistas... Todos ellos son imprescindibles y todos tienen algo que contar. ¿Qué habría sido de Hospital Central sin Teresita?
Ninguna serie hospitalaria es igual que otra porque hay una multitud de perspectivas: el entorno del centro, si el foco está en el personal sanitario, si está en los pacientes, si está en los familiares. Y todo esto, sin entrar ya en otros aspectos más técnicos de si es una diaria, si es docuficción, si es de época, si está planteada para ser miniserie o para tener una larga duración... Vamos a abrir en canal todas nuestras series para hacer un repaso. ¡Bisturí!
Nuestra ficción, nuestros clásicos
De las primeras españolas con la medicina, aunque sea de telón de fondo fue 'Médico de familia' (con permiso de 'Farmacia de guardia', que también tenía esa percha sanitaria). Aunque tuvieran mucho peso las tramas familiares, gran parte se desarrollaba en un ambulatorio, el Ballesol. Fue pionera en 1995 y vendrían muchas detrás.
Por seguir en el mundo de los ambulatorios, también hemos disfrutado de 'El síndrome de Ulises' (2007) y, en un entorno más rural, de 'Doctor Mateo' (2009), que fue una adaptación de 'Doc Martin', pero aquí no se podría llamar así porque en la memoria de todos los espectadores el doctor Martín seguía siendo Emilio Aragón.
'Hospital Central' (2000), con sus 300 capítulos redondos, se despidió como la serie española más longeva en ese momento. Con 20 temporadas, el reparto iba modificándose cada año, haciendo que esta ficción tenga muchas etapas, muchas vidas. Era un ejercicio de renovación constante que solía tener excelentes resultados.
Compartió universo con 'MIR' (2007), desdoblándose el personaje del Dr. Dávila y poniendo por primera vez el foco en los residentes. Otras como la fallida 'Hospital Valle Norte' (2019) o la más reciente, 'Respira' (2024), también han bebido mucho del Central, aunque en el caso de la última no son todos los protagonistas sanitarios, pues también cuenta con una paciente.
Con los pacientes como protagonistas
Y es que aunque estábamos acostumbrados a ver pacientes en todas estas series, también las ha habido en las que las historias principales giran en torno a ellos. 'Polseres vermelles' (2011) es el ejemplo claro de eso. Salían médicos, claro que sí, pero como personajes secundarios. A quienes seguíamos era a la pandilla de niños con cáncer. Por cierto, ¿volverá alguna vez con la esperada nueva temporada?
Algo parecido ocurrió con 'Madres. Amor y vida' (2020), aunque en su caso que no se centraba tanto en los hospitalizados, sino en los familiares. Concretamente, en las madres. Sin embargo, pegó un volantazo en su última temporada, centrándose en las tramas entre los nuevos residentes. También entraría en este bloque 'Frágiles' (2012), la serie de un fisioterapeuta con consulta en su casa que conforme trata a cada paciente vamos conociéndolos a fondo.
Las diarias y alguna que otra más
En 2007, viendo la buena acogida del género, Antena 3 se lanzó con una diaria: 'CLA. No somos ángeles', pero lejos de las expectativas, desapareció a las pocas semanas. Mejor le fue a otra tira diaria, esta vez en La 1. Hablamos de 'Centro médico' (2015), una ficción con aspecto de documental que contaba casos cotidianos con los que el espectador podía verse reflejado.
Y aunque ya no se engloban en ninguno de estos últimos casos, también merecen su mención otras dos: 'Tiempos de guerra', la única de época de todas las que hemos mencionado y también la única cuyas protagonistas son enfermeras; y 'Besos al aire' (2021), que solo ella se concibió como una miniserie (dos capítulos) y que también tiene la particularidad de haber narrado la vida en un hospital en plena pandemia del coronavirus.
La polémica habitual
Aunque los guionistas cuenten con asesores a la hora de escribir las historias y los actores ensayen con expertos que les marquen movimientos, muchos espectadores se olvidan de que las series de hospitales están ficcionadas, que son una visión dramatizada aunque traten de ser fieles y rigurosas.
Muchos sanitarios se echan siempre las manos a la cabeza mientras ven este tipo de series, se encargan de gritar a los cuatro vientos que lo que estamos viendo es imposible que así ocurra, que un paciente no puede tener un diagnóstico tan rápido, que un resultado tarda más tiempo en obtenerse, que una cura lleva más días... Pero al final, no son tutoriales para alumnos de Medicina, son series para el público general, ficciones para entretener.
* Contenido disponible en la revista FormulaTV 20 AÑOS. ¡Descárgala completa aquí!
