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A pesar de la tensa despedida de María del Monte de '', la noche todavía tenía otro rostro del que despedirse. Después de la prueba de eliminación, el jurado decidió que fuera Fonsi Nieto el segundo expulsado de la edición. El piloto, que estaba poniendo mucho interés en la cocina, finalmente no separó a Virginia Troconis y El Cordobés, los otros concursantes que se jugaban la permanencia.
Siendo su plato el peor, acabó colgando el delantal y derramando alguna que otra lágrima por la experiencia vivida y el cariño de sus compañeros. A pesar de que se siguió la mecánica tradicional del programa, el piloto reconoció que la marcha de su compañera había propiciado una resolución algo injusta.
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Al respecto, comentaba "que María se fuera nos deja un poco entre las cuerdas a los tres. Además, no quería ser el que separara a la pareja". Manteniendo hasta el final la esperanza de quedarse, reconoció que esta experiencia ha sido algo diferente y que ha sido más duro de lo esperado: "He aguantado dos semanas, que para mí es la leche, y es lo que me llevo para mí".
Una difícil decisión marcada por el abandono
Los jueces no tuvieron nada clara la decisión de quién sería el expulsado. Tras deliberar, y antes de comunicárselo a todos, quisieron tener unas palabras tanto para los concursantes que estaban en la cuerda floja como los salvados. Así, Pepe Rodríguez, como portavoz del trío de chefs, recalcó que a partir de ese momento "dejad de lado la presión y divertiros" para pedirles que "esperamos contar con todos vosotros, vuestro afan de superación y alegría". Unas buenas palabras que llegaron después de un reproche relacionado con lo sucedido con María del Monte: "ninguno vamos triunfando si abandonamos las cosas. Nosotros hacemos nuestro trabajo y queremos compromiso".
