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La segunda temporada de 'The Last of Us' ha arrancado enlazando directamente con su predecesora. El primer episodio de esta nueva entrega, que ya está disponible en Max, ha recuperado la secuencia final de la primera tanda, en la cual Joel mentía a Ellie acerca de lo sucedido en el hospital de Salt Lake City. Allí dejó un reguero de sangre para salvar a la adolescente, que iba a perder la vida en un quirófano del que podía salir la cura al virus de Cordyceps.
Tras un corte a negro, la serie no ha seguido los pasos del material original y, en vez de mostrar la nueva vida de los protagonistas en Jackson, ha regresado a la ciudad de Utah. En ese paraje, poblado por jirafas, se han mostrado las consecuencias de los actos del personaje de Pedro Pascal: multitud de tumbas con colgantes de los Luciérnagas. Junto a ellas, hemos visto a una chica, Abby (Kaitlyn Dever), y su grupo de amigos, que se han propuesto matar a Joel para vengarse de lo sucedido.
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Justo después se produce el salto temporal de cinco años y, tras reencontrarnos con Joel y Ellie y pasar la mayor parte del tiempo en Jackson, Abby se encarga de cerrar el episodio mientras atisba esta comunidad desde la distancia. Sin embargo, en el videojuego todo esto sucedía de manera diferente, sobre todo en lo relativo a la revelación de las intenciones de Abby. La primera vez que la veíamos ya estaba cerca de Jackson, es decir, en el presente, y tan solo explicaba que estaba buscando a un hombre, pero no era tan directa como en la serie.
"Pensamos que era importante dejar claro desde el principio que había gente que había sufrido el impacto de las decisiones y acciones de Joel. ¿Quiénes son y qué van a hacer?", ha explicado el showrunner Craig Mazin en el making of del primer episodio. "Esta temporada trata sobre las consecuencias de la violencia. ¿Hasta dónde llegarás en busca de justicia?", añade el cocreador Neil Druckmann.
Espiral de violencia
"Aquí conocemos a Abby por primera vez. Está rota. Y si te recuerda un poco a como se sintió Joel cuando perdió a su hija, es algo intencionado. Cuando perdemos a alguien, que se nos arrebata de manera violenta y por motivos que parecen injustos o ilógicos, comienza la reacción en cadena", apunta Mazin. Por su parte, Dever presenta su visión de Abby, un personaje que tendrá mucha influencia en esta segunda entrega: "Es una mujer extremadamente fuerte, pero también es una persona marcada por el duelo. La pérdida de su padre se ha apoderado de su vida y eso se convierte en el catalizador de su viaje".
