
Harvey Weinstein y Gwyneth Paltrow
Uno de los pasajes más destacados es en el que se descubre que Gwyneth Paltrow, además de ser una de las víctimas de Weinstein, fue utilizada como gancho para atraer a otras mujeres. Es decir, que el exproductor ponía como ejemplo a la actriz para que vieran lo bien que les podían ir las cosas si callaban los abusos. Recordemos que contrató a la intérprete para "Emma" (1996), rol relevante para su carrera, y que dos años después se alzó con el Oscar por su intervención en "Shakespeare in love", película con el sello de Miramax.
Kantor y Twohey también aseguran que Gwyneth Paltrow decidió tomar un papel central en las acusaciones a Weinstein después de que descubriera que el hombre la utilizó para aprovecharse de otras mujeres. Así, trabajó para encontrar a otras víctimas y convencerles de que hablaran en público de los abusos, aquellos que ella misma se vio resignada a no denunciar para salvar su carrera a mediados de los noventa.
Epílogo
Al final del libro, sus autoras mantienen una conversación grupal con víctimas de abusos, entre las que no podía faltar la propia Paltrow. Esta confiesa que fue muy duro enterarse de que había sido utilizada como gancho y sentirse "como un instrumento coercitivo en una violación". Por ello, y aunque sea "completamente ilógico", la actriz mantiene que de alguna manera casi se siente culpable.