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'La familia de la tele' ha generado polémica en sus primeros días de emisión. La intervención de Marta Riesco desde Roma, con el objetivo de cubrir el cónclave para elección del nuevo papa, desató una ola de críticas encabezadas por el Consejo de Informativos de TVE, que en un comunicado en defensa de la credibilidad de RTVE han dejado claro que el estilo del magacín no se ajusta a lo esperado en un evento de tal relevancia.
En el comunicado emitido por el Consejo, se urgió a la Presidencia y al Consejo de Administración de RTVE a tomar medidas inmediatas para evitar que el programa "merme la credibilidad de nuestros servicios informativos ni perjudique nuestra imagen de marca". "Ni el tono ni la forma de este programa es lo que se espera de una televisión pública en un evento de esta importancia", sentenciaba a su vez el comunicado, señalando la cobertura de Marta Riesco.
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A pesar de las críticas, los presentadores de 'La familia de la Tele' han defendido, de una forma muy sutil, la labor de Marta Riesco. Durante la emisión del 9 de mayo, en su primer acto, Aitor Albizua e Inés Hernand mostraron su apoyo a Riesco al conectar con ella desde plató. "¡Quiero que recibas el calor de todo el público de 'La familia de la tele'!", exclamaba Albizua al conectar con Riesco. "¡Bravo, Marta!", gritaba Inés Hernand. Estas ovaciones han sido exclusivas para Marta Riesco, pues el resto de reporteros han sido presentados de manera regular.
La reacción de María Patiño
En redes sociales, Riesco respondió de manera también sutil y escueta pero significativa, agradeciendo el apoyo de los seguidores con un "gracias" seguido de un corazón. Ha sido María Patiño quien más adelante, al conectar de nuevo con la reportera, ha decidido aludir de una forma más directa a la polémica. "Hay pasos que merecen que una se ponga de pie, y este es uno de ellos. Ustedes sabrán por qué sin que yo lo diga", sentenciaba.
A pesar de la controversia, 'La familia de la Tele' ha optado por extender la estancia de Riesco en Roma, ahora enfocada en reportajes alejados de la actualidad del Vaticano. Entre ellos, se incluye una visita a la "casa maldita" de Raffaella Carrà, una propiedad famosa en Italia por sus problemas para ser vendida.
