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La polémica en TikTok estaba servida desde hace ya unos días debido a que la influencer Marina Pujol, que cuenta con más de 300.000 seguidores en redes, había subido junto a una amiga un vídeo entrenando por los "barrios más conflictivos" de Barcelona y Hospitalet. A lo largo de este vídeo, ambas se dedicaban a realizar ciertas quejas sobre cosas que encontraban por el barrio o las actitudes de las personas que lo habitaban.
A raíz de esto, Alfonso Egea introducía el tema en 'Vamos a ver' el viernes 8 de agosto. "Es como que se te clavan las miradas de la gente", "Suerte que voy con las 'Supersonic' estas" o "En el primer kilómetro solo he olido a kebab", han sido algunos de los comentarios del vídeo que no han sentado nada bien a los vecinos de la zona.

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Las quejas por parte de las redes iban enfocadas a la estigmatización del barrio y generalización con sus comentarios. Es por esto, que una de las colaboradoras del programa se ponía en contacto con la influencer protagonista de la polémica. Era entonces cuando la colaboradora explicaba su oferta a la tiktoker y la respuesta de esta. "La única pregunta que me hizo fue que si teníamos presupuesto para pagarle su intervención en el programa".
Tras esta negativa de la influencer a aparecer en el programa de manera gratuita para aclarar si había o no malas intenciones en su famoso vídeo, Alfonso Egea procedía a dar su propia opinión sobre el tema: "Cuanto más inteligente o más imbécil eres, tienes más seguidores y eres capaz de generar más ingresos económicos y en esa intención de generar ingresos económicos atropellas la dignidad de la gente".

El enfado de Alfonso Egea
Además, el enfado de Alfonso Egea iba subiendo por momentos, por lo que decidía cargar de nuevo contra ellas: "No son tontas, son malas personas. También se puede ser las dos cosas, ¿verdad? (...) Hay mucha gente que influye de forma muy positiva en redes sociales, lo que pasa es que hay otro ramillete donde la imbecilidad es un rango".