Programa relacionado
'La Voz Kids' es uno de los programas musicales de más éxito de la televisión. Siendo este un formato internacional, aquí en España ha logrado hacerse hueco en la parrilla durante más de 10 años. A las puertas de la décima edición, hemos podido hablar y entrevistar a dos de sus coaches, David Bisbal y Lola Índigo, para que nos comenten qué les hace repetir en esta experiencia.

¿Qué tal la experiencia esta temporada? Hemos oído por ahí que ya os consideran "viejos y veteranos" en esto.
-
'Traitors: El debate' Programa 2
-
Tu Cara Me Suena El Debate! Analizamos la gala 6
-
Nos colamos en la grabación de Cifras y Letras
-
Tu Cara Me Suena El Debate! Analizamos la gala 2
-
María Bernardeau y Biel Anton nos hablan de FoQ La nueva generación
-
Promo de La familia de la tele
-
La revuelta salta al prime time
-
Velvet: Yon González protagoniza el remake de Telemundo
Lola Índigo: Ah, ¿que yo ya soy veterana?
Claro, claro. Ya te consideran vieja, casi.
David Bisbal: Eres la vieja, ¿eh? Qué fuerte vamos, eso no te lo esperabas,
L. Í.: Eso no me lo esperaba para nada. Bueno, yo que entré el año pasado, como tenemos al maestro que nos acoge a todos (David Bisbal), este año ha sido lo mismo. David es la imagen de 'La Voz'. Y no solo eso, es el papá: cómo acoge a todos los coaches y cómo nos enseña un poco de qué va el programa.
D. B.: ¡Qué exagerada!
L. Í.: Es verdad, es que nos enseña un poco de qué va la película y, para mí, es un privilegio aprender de David a cómo enseñar a los demás, a cómo recibir a los niños bien y a ayudarlos. Esto es fácil, pero no es fácil. Muy guay, muy contenta de los compañeros que tengo este año.
D. B.: Sí, lo cierto es que parece mentira, pero, aunque pudieras pensar que no existe talento o que ya no se puede encontrar más talento nuevo en nuestro país, de repente viene una edición nueva de 'La Voz Kids' y dices: "Impresionante". ¿Cómo es posible que estos niños canten de la manera que cantan? En muchas ocasiones, están más preparados que muchos adultos. Ahí es cuando ya te indica que esos niños son niños prodigio. Nosotros somos unos afortunados porque estamos en primera fila, en esos cuatros asientos rojos. Somos los primeros en darnos cuenta del talento que vienen a exponer los niños. Los niños vienen a jugar a la música. Los más grandes vienen a competir, pero sobre todo vienen a poner su carta de presentación. Vienen con su propuesta escénica, se la presentan a Lola o a Edurne y piensan: "A ver si puedo tener la oportunidad de estar más tiempo en el programa". Y una cosa que yo siempre les digo a ellos es que después vendrá la formación para presentar esa carta a las diferentes discográficas o a las diferentes formas que hay hoy en día de sacar música. Entonces, yo creo que cada vez la familia lo tiene más claro y lo disfruta más. Nosotros disfrutamos mucho entre nosotros, nos ayudamos mucho, esto no es como 'La Voz' adulta, que se pegan de hostias. Aquí es más ayuda, es un programa más familiar y lo hemos pasado muy bien. Pero de viejos nada. Lo que digo es que cada uno pone su coherencia musical. Nosotros no somos profesores, eso es importante explicarlo. Tratamos de dar consejo en base a nuestra experiencia y aquí, por muy jóvenes que te puedan parecer algunos, como Lola o Manuel, tienen una carrera bastante larga porque empezaron siendo jovencillos. Lo que le pueden decir a nivel musical es su propia coherencia y ya está, más o menos.
L. Í.: Sí, total. Al final, aquí cada uno aporta lo que tiene. Yo desde el principio me he fijado mucho en los niños que traen una propuesta escénica porque a mí me gusta mucho eso... entonces, cada coach tiene su estilo. Pero vaya, que siento todavía que me queda mucho que aprender, que todos los días se aprende una cosa nueva en 'La Voz'. Pensaba que este año iba a ser más fácil, pero... Y hay una cosa que he aprendido: queremos que lleguen a la final niños con estilos variados y los que se lo merecen. Entonces, a la hora de robar, hacemos intercambios de equipo y cosas así para que se queden niños que sabemos que tienen potencial para llegar a la final.
Piensas en cuándo perdiste el sentido de todo, por eso a mí me encanta estar en este programa
Y cuando el programa acaba, por ejemplo en tu caso, David, que el año pasado ganó Alira, ¿les aconsejáis y actuáis un poco como padrinos?
D. B.: Sí, nos seguimos mucho a través de las redes sociales. Los niños tienen comunicación con nosotros, nos mandan nuevas canciones, nos piden consejo, nos cuentan cuáles son sus objetivos de aquí a la fase adulta... Sus padres nos mandan algunos mensajes de cómo van estudiando, tú ves cómo algunos mejoran y otros no porque a lo mejor se van por otra vía y no pasa nada. Veo que también artistas que no ganan o que no llegan a la final tienen ya proyectos musicales y cantan espectacularmente. Tenemos ese contacto.
L. Í.: Sí, muchas veces yo miro los mencionados en redes sociales y me sale Rafa, me sale Alira a veces, me salen niños del año pasado, y mola porque ellos se encargan de que tú los veas. Te mencionan en sus vídeos y singles. Está muy chulo. También los he visto este verano, que vinieron a algunos conciertos a vernos. Les preguntas cómo van y de repente han crecido un montón. De pronto son tíos y tías.
D. B.: Eso me pasaba a mí en la primera edición. Había uno que hacía mucha gracia y que lo llamábamos 'El Balilla'. Bueno, pues ahora le digo: "Tú eres ya un misil". Y, además, es impresionante cómo ha cambiado su voz y tiene una voz madurada, trabajada. Se nota que va de gira en gira, que ha sabido curtirse bien. Algunos niños tienen proyectos musicales, son artistas independientes... Otros, como David Parejo, que se ha convertido en un pedazo de productor y tú alucinas. Es maravilloso que este programa, por lo menos, es una carta de presentación y luego depende mucho de tu trabajo diario.
Lola, tú tienes una canción con Turizo. ¿Ha habido por ahí alguna alianza estratégica en el programa?
L. Í.: A ver, alianza... alianza de ayudarse, porque Manu, no solo nunca había estado en 'La Voz España', sino que nunca había estado en un programa de televisión. Sí es verdad que nos íbamos comentando las cosas porque estaba a mi izquierda. Le quería enseñar un poco la dinámica del programa más que aliarme. De hecho, él quería darle a mis superbloqueos porque él se había quedado sin.
D. B.: Bueno, pero a veces coincides. Es decir, muchas veces vienen coaches con los que has colaborado en el pasado, en algún proyecto, pero al final va pasando tanto tiempo que nos miramos y nos decimos: "Ah, pero si yo contigo canté hace mucho tiempo". Es normal, es normal que colaboremos entre nosotros siempre.

Vosotros sois un ejemplo de lo que decís de que no hace falta ganar para triunfar en la música. Ninguno de los dos ganasteis el talent en el que participasteis y habéis triunfado. ¿Eso se lo transmitís a los concursantes?
L. Í.: Todo el rato se lo decimos.
D. B.: Sí, yo siempre pongo mucho el ejemplo de Lola. Sinceramente, yo recuerdo su edición, que ella salió la primera. Pero bueno, lo que tiene ella es que es una maravillosa directora artística, sabe encontrar lo que son las canciones adecuadas, la actualidad musical, los géneros, las colaboraciones, las estrategias... Cuenta como un miembro más del equipo de la discográfica. Nosotros trabajamos directamente con la discográfica, somos uno más. Estamos continuamente con reuniones de lo que se va a hacer, de la promoción, de las giras... Todo eso nos encanta. Y digo nosotros porque soy consciente de que tenemos el mismo equipo y me hablan de ella en ese sentido.
L. Í.: Somos un poco de la misma tribu David y yo, la verdad. Es algo que se lo intentamos inculcar a los niños. Ellos vienen aquí pensando que es la oportunidad de su vida, entonces muchas veces insisto mucho y repito mucho que esto es una oportunidad en la que se lo tienen que pasar bien. Yo entiendo que los de 'La Voz' adultos vengan con esa actitud...
D. B.: Y se den de hostias, vamos.
L. Í.: ...pero los niños no tienen que venir así ni suelen venir así, generalmente. Pero cuando vienen con alguna presión de casa o con una mentalidad muy fuerte de que tiene que ganar, les intentamos relajar.
D. B.: Creo que hay algún familiar que viene a eso y no debería ser así. Los niños vienen a jugar. Los mayores quizás son mas conscientes de lo que pueden conseguir, pero, ¿qué pueden conseguir? ¿Ser los ganadores de este año? Eso no te da una carrera musical de por vida. De hecho, nosotros mismo tenemos que seguir estudiando y mostrando propuestas nuevas a la discográfica para que, independientemente de que un artista nuevo venga a la discográfica, la discográfica diga: "Voy a seguir con Lola, voy a seguir con David porque siguen mejorando". Y eso los niños creo que lo tienen claro porque nosotros se lo repetimos mucho. Es decir, no te creas que es que vas a ganar, te vas a poner en el sofá de tu casa y a los 18 años una discográfica te firmará. Eso no es así ni siquiera para mantener el sueño. Cuando tienes el sueño es todavía más difícil. Entonces, creo que los niños y los familiares se tienen que dar cuenta.
Nos aconsejaron que nosotros hablásemos con los niños como si fueran adultos
En un programa como este os convertís en referentes para muchos niños, tanto por la imagen como por el mensaje que transmitís. ¿Sois conscientes de la imagen que transmitís de que podéis llegar a los niños e influenciarlos?
D. B.: Yo creo que no hay dejar de ser uno mismo, para empezar. Cada uno tiene su personalidad. Lola tiene su personalidad, yo la mía y cada cual tiene la suya y cada cual se tiene que responsabilizar de lo que siente, de lo que dice públicamente y ya está. Entonces, qué suerte si a algún niño o alguna niña le gusta un poco lo que tú transmites con la música y con tus sentimientos. Si eso es así y tú puedes conseguir que tus valores sean los más positivos del mundo, bienvenido sea. De todas maneras, siempre se puede mejorar, nadie es perfecto a la hora de comunicar las cosas. Pero ya te digo, es cuestión de tu naturalidad.
L. Í.: Luego, yo no me voy a comportar aquí como me comportaría en otro sitio, el tono del programa es totalmente de amor. Es familiar, un programa que va de amor total hacia los niños, hacia que los niños se lo pasen lo mejor posible y educarlos de alguna manera en cuanto a "industria", pero mirarlo de una manera positiva y de diversión, de pasarlo bien haciendo lo que te gusta porque si no, no tiene sentido. Y estas cosas nos las recuerdan los niños. A mí me pasa que vengo de mi casa con un problema que creo que es gigante y se simplifica mucho cuando vengo con los niños porque veo en ellos lo bien que se lo pasan. Piensas en cuándo perdiste el sentido de todo, por eso a mí me encanta estar en este programa.
D. B.: Sí, la música también es un poco así. Hay momentos en los que no tienes el mejor día, pero cuando haces un concierto y te das cuenta de que has estado casi dos horas y no te has acordado nada más de lo que tenías que hacer en ese momento, dices: "Qué fuerte, qué trabajo más espectacular tengo". Probablemente sea un momento en el que nosotros sentimos que no estamos trabajando, el trabajo es otro. Es verdad que cuando llega este tipo de programas es algo realmente espectacular.

¿Es fácil transmitir este mensaje o se necesita un poquito de psicología y pedagogía para hacer llegar a los niños el mensaje correcto?
D. B.: Aquí hay un equipo de psicólogos infantiles muy bueno, sinceramente. Muchas veces nos ayudan a nosotros también. Lo que nos aconsejaron es que nosotros hablásemos con los niños como si, de alguna manera, fueran adultos. Nos aconsejaron decirles las cosas de verdad y no engañarlos porque eso no va a hacer que ese niño o esa niña crezca en algo que le guste tanto como es la música. Entonces, nosotros les hablamos serios cuando se trata de la música, pero obviamente no se nos puede olvidar que son niños. Por ejemplo, cuando acaba algún ensayo, a lo mejor digo: "Oye, que todavía no me habéis invitado a desayunar, eh". Hay momentos en los que te acuerdas de tus sobrinos, de tus hijos y tratas de seguir las pautas de los profesionales que trabajan en el programa. Hay algunos niños que vienen con muchos nervios, que no saben si es el lugar correcto para ellos y reciben esa ayuda que está muy bien.