Un grupo de asociaciones protectoras de animales han propuesto al municipio de Tordesillas, en Valladolid, celebrar un festival de música, juegos y monólogos, en lugar del torneo del Toro de la Vega previsto para el próximo 15 de septiembre en sus fiestas patronales, según informa ABC.
RockinVega sería el nombre de este festival de dos días de duración en el que cantantes como Antonio Orozco y Fran Perea estarían dispuestos a participar en esta iniciativa organizada por la plataforma La Tortura No es Cultura (LTNEC), la Red Antitaurina Internacional y la organización portuguesa Animal.
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Además de música en directo, han ofrecido su colaboración monologuistas como Eva Hache, Goyo Jiménez, Agustín Jiménez, Julián López, El Gran Wyoming o Arturo Valls.
También apoyan esta idea, entre otros, la actriz Natalia Millán, la escritora Rosa Montero, la periodista Nativel Preciado, la cineasta Isabel Coixet y el grupo de música La Oreja de Van Gogh, sumando así hasta un centenar de artistas dispuestos a hacer todo lo posible por eliminar el Toro de la Vega.
Marta Esteban, presidenta de la Plataforma LTNEC, agradeció la "abrumadora" respuesta por parte del mundo de la cultura: "Lo que estos artistas ofrecen es una solución innovadora para reconciliar a Tordesillas con el mundo y al mundo con Tordesillas", afirma.
El alcalde dice "no al chantaje"
La idea ha encontrado pronto respuesta por parte de la localidad vallisoletana. El alcalde socialista José Antonio González Poncela se ha mostrado receptivo a "cualquier iniciativa cultural" que se plantee para este municipio, pero lo que le parecería "mal" es que un proyecto "lleve implícito un chantaje". Ha añadido que, en la carta sobre la propuesta, se solicita una reunión para explicarles los detalles, pero en ningún momento se habla del Toro de la Vega ni de que "esta iniciativa sea para sustituirlo", de lo cual se han enterado estos días "por las redes sociales".
Sobre el Toro de la Vega ha defendido el principio de autonomía municipal "para decidir sobre sus fiestas patronales" y añade que este festejo acabará "cuando los tordesillanos lo quieran quitar, no con proyectos que lleven implícito chantajes". "No es algo de partidos, es transversal a la política, tiene más de quinientos años de historia", explica.
