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ENTREVISTA FORMULATV.COM

Sonia Gonzalo: "Este trabajo permite al reportero poner su sello personal en todo lo que hace"

La sencillez y la cercanía son claves en formatos como 'Madrileños por el mundo' o 'Mi cámara y yo', según nos indica Sonia Gonzalo. Reportera de ambos espacios nos ha hecho un hueco para responder a nuestras preguntas.

Por RedacciónPublicado: Domingo 3 Mayo 2009 12:00

Telemadrid cuenta desde hace varias temporadas con dos programas que se han convertido en todo un símbolo dentro de la programación de la cadena autonómica, se trata de 'Madrileños por el mundo' (MXM) y 'Mi cámara y yo', ambos formato dirigidos por Paloma Ferre. El mismo equipo de reporteros se encarga de realizar los dos programas, de modo que van alternando el trabajo. Cuando no están recorriendo los rincones de Madrid, ellos, los reporteros, viajan a otras ciudades del mundo para ver cómo viven los madrileños fuera de nuestro país.

Sonia Gonzalo es una de las reporteras de estos espacios. Lo que más le atrae -dice- es "el contacto directo con la gente". "Destacaría sobre todo la relación con las personas en 'Madrileños por el mundo'. Suele ser muy cálida, de hecho, cuando llegas te reciben con los brazos abiertos, como si fueras un conocido más".

Los programas cuentan con el respaldo de la audiencia, algo que les llena de satisfacción. "Se agradece enormemente ese respaldo porque es un trabajo, duro y complicado que conlleva muchísimas horas". Consciente de que la audiencia es caprichosa, Sonia espera seguir en estos programas durante mucho tiempo. "Tenemos cuerda para rato", asegura.

FórmulaTV.com se ha reunido con Sonia Gonzalo para conocer de primera mano cómo es el trabajo de reportera y cómo se organizan en Telemadrid para realizar dos programas a la vez.

Hace poco regresaste de San Petersburgo. Cuéntanos, ¿cómo suelen ser los regresos?

Cualquier regreso suele ser agotador, realmente acabas muy cansada. En este caso, con San Petersburgo, no hay demasiada diferencia horaria (dos horas menos), con lo cual aterrizas con un poco de jet lag. No obstante, cuando llegas a casa te desorientas mucho, al menos durante los primeros días y, sobre todo, por las noches. El trastorno es mayor cuando los cambios horarios son muy grandes. En Las Vegas, por ejemplo, la diferencia es de 8 horas y eso se nota mucho.

¿Qué tal resulta la experiencia de compaginar 'Madrileños por el mundo' con 'Mi cámara y yo'?

Hacemos un 'Madrileños por el mundo' y luego en Madrid solemos hacer uno o dos 'Mi cámara y yo'. De este modo nos toca viajar cada mes y medio o cada dos. Se agradece esta distancia de tiempo entre uno y otro viaje porque acabas muy desorientado. El jet lag trastoca y yo te lo puedo asegurar (risas).

¿Disfruta una de los viajes o cuando se trabaja no hay forma de saborear esos rincones?

Normalmente cuando vas a un viaje ya tienes de antemano previsto los sitios a los que vas a ir. Tienes la idea clara de todo lo que hay y de lo que quieres grabar. Cuando trabajamos para 'MXM' no te queda tiempo para saborear nada. Realmente lo saboreas cuando llegas a Madrid y empiezas a montar las imágenes que hemos grabado. Cuando estás fuera recibes muchísima información de la que casi no eres consciente. Eso te aturde mucho. En 'Mi cámara y yo' la situación es diferente y la controlas más, porque te hablan de cosas habituales.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

Sobre todo el contacto que tengo con la gente. Es una sensación muy bonita cuando llegas y te cuentan cómo viven y se desenvuelven lejos de Madrid. Son historias muy curiosas. Destacaría, sobre todo, la relación con las personas. Ellos llevan mucho tiempo fuera de Madrid, por lo tanto cuando llegas te reciben con los brazos abiertos, como si fueras un conocido más. Nos tratan muy bien y no paran de preguntarnos cosas.

¿Cómo se prepara un 'Madrileños por el mundo?

La verdad es que es complicado. Cuando estás en Madrid estás dedicada a 'Mi cámara y yo', no a 'MXM'. Yo ahora estoy haciendo un reportaje sobre Móstoles, pero ya sé que a mediados de mayo me voy a Playa del Carmen (México), si todo va bien. En unos días empezaré a mover lo de México pero a la vez estoy haciendo Móstoles. Es complicado, por ello, muchos fines de semana tienes que llevarte el trabajo a casa y estar leyéndote las guías y llamando a los madrileños. Los viajes se preparan mucho. Tenemos que tener claro desde un principio lo que queremos hacer y lo que queremos ver. Cuando ves el reportaje en televisión parece fácil, pero a veces lo sencillo requiere mucha mayor complejidad. Los días de diario estoy inmersa en otros reportajes. (Finalmente y debido a la gripe porcina -H1N1-, el viaje a México ha sido anulado, por lo que su próximo destino será Hamburgo).

¿Qué suele ser lo más complicado para un reportero? ¿Cuáles suelen ser los problemas más típicos cuando viajáis fuera?

No te creas que suelen surgir demasiados problemas a pesar de la distancia. Llevamos todo tan masticado desde Madrid que no suele ocurrir nada fuera de lo normal. Sabemos por donde nos vamos a mover y pedimos previamente los permisos necesarios para entrar a algún sitio en concreto a grabar. Emprendemos el viaje cuando tenemos todo más o menos cerrado. El principal problema es que a última hora el madrileño decida no salir en cámara y te lo diga cuando tú ya estés con él. Cuando viajamos fuera vamos con cierta tensión, porque puede ocurrir que el madrileño se ponga enfermo o le surja algún imprevisto. De modo que hasta que no llegas y grabas todo el material no te quedas tranquila. Si ocurre algún imprevisto no queda otra que cambiar sobre la marcha.

¿Improvisáis sobre la marcha cuando algo falla?

Yo, por lo menos, lo llevo todo previamente preparado. Si por cualquier motivo nos hemos retrasado y no podemos visitar un sitio, lo que hacemos es visitarlo con otro madrileño. Casi siempre acabamos grabando todo lo que hemos establecido en Madrid. Como te digo, pueden surgir pequeños problemas, pero no por ello echamos por tierra el trabajo previo. En este tipo de espacio siempre estamos abiertos a que nos puedan pasar muchas cosas.

¿Echarías en falta la calle si de la noche a la mañana te dicen que se acabó el dar rumbos por el mundo?

Pues sí (risas). Lo echaría mucho en falta. En Telemadrid no salimos mucho, así que estos viajes se agradecen. Si algún día se acabara no quedaría otra que adaptarse a la nueva situación.

¿Cómo se compagina este trabajo con la vida familiar?

Yo no tengo hijos y mis compañeras tampoco, sino sería muy difícil.

Los reporteros estáis más de moda que nunca, pero reporteros los ha habido siempre. ¿Por qué crees que funciona tan bien este tipo de formatos?

Las televisiones lo que hacen es copiar lo que funciona en otras. Es la ley de la tele. En estos momentos estos formatos funcionan porque resultan muy cercanos. Parece muy sencillo llegar a la persona y que te cuente cómo es su vida, pero hay que prepararlo mucho. Todo parece muy natural, ese es el objetivo, pero evidentemente no es llegar y listo. Los programas de reportajes como los nuestros funcionan por la sencillez y cercanía que transmiten. Son reportajes muy personales y al tratarse de piezas tan largas te permiten ponerles tu propio sello personal.

¿Tenéis libertad absoluta a la hora de decidir la estructura de los reportajes?

Total. La verdad es que somos nosotros quienes decidimos cómo hacerlos. Yo decido qué meto y qué no. La preproducción es muy complicada, y lo difícil es atar todo muy bien. Una vez llegamos a la ciudad elegida grabar resulta de lo más sencillo.

Tanto uno como otro, los programas han recibido numerosos premios y cuentan si acaso con el premio más importante, el de la audiencia. ¿Satisfechos?

Sí, estamos muy contentos. Se agradece enormemente porque es un trabajo, duro y complicado que conlleva muchísimas horas. Es algo inexplicable, un día estás arriba y al siguiente puedes estar abajo. Las audiencias son así. Los formatos se queman, pero por ahora parece que a los nuestros les quedan cuerda para rato.

¿Cómo es ese proceso de selección de los candidatos?

Normalmente la gente cuando ve el rótulo que aparece en el programa nos llama. Suelen ser familiares de las personas que están en el extranjero. Nos llaman y nos dejan su teléfono. Ganamos mucho tiempo porque eso significa que ya hay una predisposición de salir en el programa. Les solemos hacer una pequeña entrevista por teléfono para conocerles un poco mejor. Poco a poco vamos viendo la capacidad que tiene esa persona para responderte y si realmente tiene ganas de salir en el programa. Si desde un principio empieza a ponerte pegas esa persona se descarta. Necesitamos personas que estén encantadas con salir. Nosotros vamos sobre seguro, normalmente nadie falla.

La lista de espera es larga...

Buah, es larguísima (risas). La lista la tiene Paloma y es ella la que lo sabe mejor. Ella va eligiendo los destinos. Como tenemos tantos contactos tenemos la oportunidad de seleccionar a aquellos que tienen una mayor disponibilidad de tiempo para estar con nosotros.

Hay quién dice que hay más madrileños repartidos por el mundo que en Madrid...

Por ahora, en todos los países que hemos elegido ha habido madrileños. También es cierto que nos estamos basando en los contactos que nos facilitan sus familiares. Si la gente nos llama y nos deja su teléfono es porque ahí vive un madrileño.

¿Tenéis que vacunaros o tener algún cuidado especial antes de viajar?

Si vas a África sí, pero a mí me ha tocado viajar por Europa, Estados Unidos y Rusia. Tengo compañeras que sí han ido a África y se han tenido que vacunar de la fiebre amarilla, sobre todo.

¿Habéis pasado verdadero miedo con alguna de las situaciones que os haya ocurrido en alguno de los viajes?

No, la verdad. Ten en cuenta que tampoco hemos ido a zonas de conflicto bélico. Viajamos a ciudades más o menos desarrolladas. En África hemos hecho Gabón, Namibia, Sudáfrica, Mozambique... y las reporteras han venido encantadas. Hasta ahora todo bien.

¿Aprende una de estos viajes?

Sí, aunque yo volvería a todas las ciudades a las que he ido. Me gustaría visitarlos en plan turístico. Se aprende más del país yendo con 'Madrileños por el mundo' que yendo por tu propia cuenta. En 'MXM' nuestros anfitriones nos llevan a las zonas más típicas, a los lugares que no aparecen en las guías... estás en contacto directo con gente del país, cosa que no ocurre si vas en plan turístico. Me gustaría volver a los sitios ahora que ya tengo mayor conocimiento de su historia, de su cultura, de su forma de comportamiento...

¿Recuerdas alguna anécdota con especial interés?

Recuerdo con cariño a todos los madrileños de todas las ciudades. Todos se han portado extraordinariamente bien con nosotros. Recuerdo momentos muy simpáticos como, por ejemplo, a una pareja de madrileños que se casaron en Las Vegas. Fue curioso grabar la boda. Si vamos de visita podríamos verla, pero no vivirla desde dentro como nosotros lo hicimos. Fue un momento muy divertido.

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