Programa relacionado

Popularidad: #29 de 1.963
- 5
- 1

Alonso Caparrós se confesó en 'Sábado Deluxe' sobre su tormentoso pasado
Comenzó reconociendo que a los 17 años fue la primera vez que se metió en el mundo del consumo de drogas: "Empecé con un medicamento que tenía un componente adictivo. La cocaína, aunque no era ya la droga de moda, a mí me enganchó de una manera espeluznante". Ejemplificando lo que le sucedió en ese momento desveló que "soñaba, y además de manera feliz, con montañas de cocaína".
"Consumía lo suficiente como para matar a siete caballos"
Su periplo con las drogas comenzó a pasarle factura muy pronto, no tanto al presentador, sino a su entorno. Relataba que "una mañana llegué a casa y me encontré con mi madre rogándome de rodillas que le contara lo que me estaba pasando". A este consumo desenfrenado no le encuentra, ni pasado el tiempo, un posible causante: "Nunca me lo he pasado bien, pero era tanta la necesidad que toda mi vida dependía de eso".
Llegó, de hecho, a un punto que ya no podía controlar lo que hacía: "Consumía lo suficiente como para matar a siete caballos, no había fin hasta que mi cuerpo no podía más. Sabía que podía morir". Algo que psicológica y físicamente le destrozó: "Al principio uno resiste más pero, según pasaba el tiempo, el cuerpo se va rindiendo. Me di cuenta que se escapaba cuando al bajar a un bar mi pareja me rogaba que no bajara entre lágrimas".

Alonso Caparrós junto a Jorge Javier Vázquez en el plató de 'Sábado Deluxe'
Ya no era, llegados a ese punto, dueño de su destino: "Empiezas a sufrir porque te das cuenta de que no está nada en tus manos y estás muy anestesiado de sentimientos. Llegué a consumir a diario". Una de sus prioridades, entonces, fue intentar evitar que afectara a la parte más vulnerable de la familia, sus hijos: "Una noche estaba tan mal que mi hija entró en la habitación a abrazarme y me escondí, no quería joderles la vida y que tuvieran un padre pasando eso".
"Por mi adicción me tuvieron que someter a electroshocks"
El proceso de salir de este pozo sin fondo no es ni mucho menos sencillo. Alonso Caparrós explicaba a todos los espectadores que "estuve dos veces ingresado y los tratamientos me dejaban con muchos dolores, de justo terminarlos y aparecer babeando". Más tarde y con algo de perspectiva en su vida cayó en la cuenta de que se trataban de electroshocks: "Rompí a llorar con "Una mente maravillosa" y el tratamiento de electrodos que mostraba porque visualicé lo que tuvieron que hacer conmigo. En ese momento pensé que era solo una medicación".

La emoción embargó a Alonso Caparrós al relatar momentos complicados de su vida en 'Sábado Deluxe'
Siendo ya todo insostenible, nunca perdió las ganas de vivir pese a que lo tuvo muy cerca. Abierto en canal confesó que "he visto la muerte muy de cerca tres veces. Pensé durante mucho tiempo que me iba a morir joven". En uno de esos momentos críticos, además, se vio totalmente solo: "Estaba en un hotel yo solo y era una imagen muy triste. Presentí detrás de mí algo que me decía que iba a morir".
"Para mi madre era mejor que consumiera algo a dejarme suelto"
Aunque su familia siempre estuvo junto a él, su margen de actuación quedó muy reducido. Descubrió así que "mi familia ha tenido que ir a buscarme a puticlubs a las seis de la mañana. Lo vivía con impotencia y mucha compresión".Todo se fue de la manos hasta tal punto que llegaron a preferir que pudiera consumir a que se sobrepasara: "Es supervivencia y, de hecho, esa fue la manera con la que empecé a salvarme".
Pasó también factura a sus cuentas e, incluso, a su trabajo. Ya frente a los colaboradores explicaba que, aunque no le ha faltado nunca algo para vivir, sí que ha vivido justo: "Cuando me quedé sin dinero volvía otra vez a trabajar. Sí que hubo un momento de cartilla a 0 euros pero un amigo mío me pasaba un cubo con lo indispensable".
Relatando incluso que en alguna emisión de '¡Furor!' había tenido que "atarse" a la silla del nerviosismo, cuenta todo esto por un solo motivo: "Tenía ganas de dar carpetazo ya a esto. Hay familia que se merece saberlo y es una historia que cada día me tengo que repetir". Sin duda, una decisión valiente y difícil.