Ni Team Conrad ni Team Jeremiah, Belly es un personaje tóxico y deberíamos dejar de preocuparnos por ella

La rivalidad en las redes sociales entre el "Team Conrad" y el "Team Jeremiah" está este verano más caliente que las cuentas anónimas que se dedican a debatir a favor o en contra de Pedro Sánchez en la antigua Twitter.

Después de saber que 'El verano en que me enamoré' tendrá un final distinto al de los libros, el corazón de Isabel Conklin está siendo ya más comentado que el inefable trono de hierro de aquella otra serie de cuyo nombre no quiero acordarme.

Lo confieso. Hasta esta semana era del "Team Jeremiah". Porque, quién en su sano juicio va a apoyar a un chaval que ha mantenido la misma actitud y cara de acelga avinagrada durante tres temporadas. Pero, por fin he abierto los ojos. Tal vez sea Conrad el que merezca el corazón de Belly, porque Belly ha demostrado ser una horrible persona que se merece lo peor en la vida.

Y las señales estaban ahí. Lo sabe su íntima amiga Taylor. Lo sabe por fin Jeremiah. Si hasta su madre Laurel se acerca a Conrad con cara de "menudo bicho es mi hija".

Otra cosa es que Gavin Casalegno, el actor que está detrás de Jeremiah, esté un poco cucú y dedique sus horas libres a leer pasajes de la biblia en TikTok. Pero aquí estamos para comentar la ficción, que la realidad ya se comenta sola.

Todos los motivos por los que Belly es un personaje tóxico

1. Lleva idealizando a Conrad desde que era pequeña: todo gira en torno a sus sentimientos de ella hacia Conrad y que Conrad pueda sentir sobre ella. Los problemas de Conrad siempre pasan a un segundo plano. Da igual que pierda a su madre o su trabajo, lo verdaderamente importante para Belly es si Conrad le presta atención a ella o no.

2. Juega todo el rato con ambos al mismo tiempo: desde que Jeremiah y Belly tienen su primer encuentro romántico, Belly se pasa la serie con uno u otro pero siempre jugando con el contrario. Aunque no sea de manera amorosa, sí juega con ellos sabiendo que el otro tiene sentimientos por ella.

3. Se cree un adulto cuando es una niña: piensa que es responsable y madura pero siempre acaba con comportamientos infantiles. Desde sus borracheras con 16 años con su madre en casa hasta el comportamiento en el funeral de Susannah. Precisamente:

4. Se cree el centro del mundo: su comportamiento en el funeral es egoísta y una muestra más de que da la vuelta a todo para que gire en torno a ella y sus problemas amorosos. Son sus problemas los que prevalecen sobre el duelo de Conrad y Jeremiah, que acaban de perder a su madre.

5. Falta de empatía hacia los demás: el corazón de Belly siempre está ocupado, alternando entre un hermano u otro, pero nunca se preocupa por el otro hermano con el que no está: se besa delante de él o hace planes como si no existiera o no estuviera enamorada de ella. Tampoco prioriza demasiado a sus amigos o a su hermano.

6. Destroza a Jeremiah por culpa de su inmadurez: desde el mismo momento en el que acepta casarse con él sabiendo que aún está enamorada de Conrad hasta cuando pasa a contárselo a cinco minutos de su boda. Además de mala, es cruel.

7. Una controladora egoísta que solo piensa en sí misma: cuando recibe la beca para ir a París, Jeremiah la anima a perseguir sus sueños y su carrera, mientras que cuando es Jeremiah el que acepta el trabajo con su padre, la respuesta de Belly es soltarle de manera borde por qué no le ha consultado antes de decidir y lamentarse qué va a ser de ella.

8. Juzgar a su madre (y a Taylor) por no entender lo que no entiende ni ella: al final Laurel y Taylor entienden mucho antes que ella que no tiene claro sus sentimientos y debería dejar de jugar con los dos hermanos. Sin embargo, ella las trata casi de locas, y se enfrenta a su madre cuando decide no apoyar su boda con Jeremiah.

9. Arruinar los recuerdos familiares y la memoria de Susannah por sus caprichos: la casa de Cousins Beach por la que los hermanos pelean juntos y que tantos buenos recuerdos con su madre alberga acaba por convertirse en un lugar prohibido en el que los tres -ni las dos familias- pueden coincidir más juntos por culpa de las (in)decisiones de Belly.

10. Repetir constantemente el ciclo de acción de una persona tóxica: en definitiva, Belly no se aclara y acaba haciendo daño a alguien, para después pedir perdón y, más tarde, volver a acabar haciendo daño a esa misma persona.

Leyeras o no los libros, el desenlace de la boda de Belly y Jeremiah se veía venir de lejos. Ha sido un episodio que, más allá de lo previsible que es casi todo dentro de este culebrón juvenil, ha servido para desenmascarar a la verdadera malvada de la serie: Isabel Conklin.