ENTREVISTA

Pedro Ruiz ('Nada del otro mundo'): "'Sálvame' ha vivido de hacer cáncer de la vida de los demás'"

Hablamos con el presentador sobre su vuelta a RTVE con un formato de entrevistas, actuaciones y sketches que solo tendrá una entrega.

RTVE

Por Rubén Rodríguez Tapiador El 8 de Diciembre 2023 | 12:50

Pedro Ruiz regresa a Radiotelevisión Española de la mano de El Terrat para presentar 'Nada del otro mundo'. Este formato contará con un programa único que se emitirá el viernes 8 de diciembre a las 22:10, aunque dependiendo de la acogida que tenga, este podría alargarse. A lo largo de esta entrega se podrán ver entrevistas, actuaciones musicales y algunos sketches escritos por el propio presentador.

Aunque en 'Nada del otro mundo' habrá tres invitados, el programa de Pedro Ruiz solo ha dado a conocer la visita de Dulceida y Rozalén. Sin embargo, la identidad del tercer entrevistado la desconocen tanto los espectadores como el catalán. Con este formato, Ruiz pretende dejar de lado la confrontación de la actualidad impregnando la entrega de un tono amable.

Actuación de Rozalén en 'Nada del otro mundo'

Primero ibais a grabar en Barcelona y al final fue en Madrid, ¿por qué este cambio?

Eso es, iba a ser en Barcelona, en Sant Cugat, tuvieron que ocupar el estudio con motivo de una cosa de 'El conquistador' y, entonces, lo trasladamos aquí, a Villaviciosa, 6 días después, lo cual nos cambió el personaje sorpresa, pero no pasa nada. El programa es amable y entretenido.

¿No te va a saber a poco solo una entrega?

Bueno, lo poco si malo, menos malo, por lo tanto… No, yo estoy ya muy de vuelta de las cosas. No muy de vuelta en el sentido de que esté desmotivado, pero sé lo que ocurre en el mundo y esto puede ir muy bien o muy mal o regular, y ya está.

¿Estás nervioso por el estreno de 'Nada del otro mundo?

No. No lo veré porque es mi tónica. Yo suelo hacer programas en directo y, ahora, este no es en directo y a mí sentarme a verme a mí dos horas o cien minutos me cansa bastante, veo un videoclip o tal. Realmente lo que hago es que media hora antes de un programa cojo el coche y me doy una vuelta por la sierra escuchando música clásica y luego vuelvo y ya me cuentan. Así desconecto.

Acostumbrado, como dices, a no verte, pero sí a leer mucho y a ver mucha televisión, ¿vas a ver las audiencias, vas a leer los periódicos a ver qué opinan al día siguiente?

Hombre, las audiencias sí. Lo que opinan lo respeto muchísimo, pero no me va a condicionar, es decir, lo que hay fuera de uno es lo lícito de las opiniones ajenas. Yo me puedo equivocar como es natural, pero no me obsesiona eso.

'La noche abierta' era en La 2, este programa es en La 1. ¿Eso a ti te va a hacer cambiar la forma de hacer el programa?

No, porque el que me ha visto en el teatro sabe que en el teatro tengo una conducta mucho más llamativa, mucho más, no diría agresiva, más incorrecta. La televisión no lo admite, aquí en España no se concibe un show de Celentano, yo ahora tampoco lo haría porque no tengo interés por eso, hay momentos en que sí. La televisión es un microondas, recalienta los platos y, de repente, alguien que está olvidado lo meten y las palomitas revienta y está de moda otra vez, pero no hay que fiarse de que la vida es solo la televisión, hay vida fuera de ella. Yo en estos 20 años he hecho muchísimo teatro y muchas cosas y la tele tiene unos parámetros . Esto lo digo con todo el respeto, las televisiones públicas de todo el mundo tienen muchos condicionantes, las privadas también. Las públicas la política y las privadas el dinero. La libertad está en el teatro.

¿Y has visto muchos cambios en la televisión en estos 20 años?

No, he visto darle muchas vueltas a la misma albóndiga, es la misma albóndiga que se realimenta. Hay un tipo de programas que son los realities, que yo no los sigo, nunca los he visto, respeto a quien vaya. Según qué cadenas dicen vamos a llevar a gente a tal sitio y dicen '¿y quién viene?' y sacan la lista y, pues, la lista es, normalmente, de famosos que no llegan a fin de mes. Y, entonces, a mí eso me parece maldad. Yo soy muy contrario a formatos como 'Gran Hermano', etcétera, etcétera. Lo respeto, pero yo no los veo nunca, no veo nada nunca. No he visto un reality nunca.

Sketch de 'Nada del otro mundo'

¿Te han ofrecido alguna vez ir a un reality?

Me han ofrecido en este tiempo muchas cosas, incluido 'MasterChef' y cosas de estas, pero yo hago vida de autor. Si me equivoco, me equivoco por mi cuenta, que es posible. Hago vida de autor, lo mismo en el teatro que en el cine, que en la canción, que en el libro. Es mi condena personal.

Haces mucho hincapié en el tono amable del programa y en que estás un poco saturado del enfrentamiento. ¿En qué momento te das cuenta de eso?

En cuanto te das cuenta de que la ira de los demás ya no te cabe a ti mismo dentro porque sino te pasas el tiempo discutiendo por lo mismo, o sea, pasamos por la vida un rato, conviene que este rato no sea tan desagradable. Ya sé que entendéis que hablo del mundo de la política, por ejemplo, esta situación de levantar un muro y de bajar un muro no me parece nada recomendable. La cordialidad de la transición hay que recuperarla, repito no por la transición, sino por la cordialidad. Estamos aquí un rato y nos morimos al cabo de un ratito, entonces, te mueres tú y aparca otro en tu sitio. Nadie va a cambiar el mundo a fuerza de llamarse estúpido o golpista, no conduce a nada.

Este formato nació de un folio en blanco, ¿fue porque te llamaron o porque tú lo decidiste?

Yo he presentado proyectos en la casa todos estos 20 años, 16 o 17 habré presentado. No tenían eco, esta vez lo han tenido. Me parece correcto, además, yo aprobé la historia de que fuera un especial porque es un especial para comprobar la temperatura de la audiencia con respecto a tu persona que es olvidada o desconocida y yo siempre he preferido ser un buen recuerdo a una mala presencia. Por eso, he dicho que no a montones de entrevistas en programas como 'Sálvame', el otro, el otro, infinitos. Yo me puedo equivocar, pero quiero que si me equivoco me pertenezca a mí la equivocación. A mí una productora por ofrecerme un millón de euros no me lleva a una isla ni me lleva a ningún lugar, de eso podéis tener seguridad. Porque si mañana me fueran mal las cosas, cogería una guitarra y cantaría en un bar. No me gusta verme como no me gusta ver a los demás.

¿Por qué crees que ahora TVE te ha hecho caso después de estar veintitantos años recibiendo proyectos?

Porque ha mejorado el clima de los interlocutores y porque me han escuchado de un modo distinto. Tampoco es un gran logro, yo lo agradezco, es un programa único. No se firma una serie de 13 ni de 20, espero que pueda haber más. Y si no lo haré en otros sitios, yo estoy dispuesto y aspecto ofrecimientos de todos los lugares.

¿Ha habido algún momento o alguna en etapa de TVE en la que no ha habido mucho feeling contigo?

20 años.

¿Es interesante afrontar que es verdad que muchas veces sonaba tu nombre en muchos programas y decían 'Uy no, que es muy libre'?

Puedo contar como anécdota que en un programa concreto muy conocido que no voy a citar, yo he estado diciendo equis cosa y he oído que al conductor, que yo no soy presentador, yo soy prepensador, presentador no soy, presentador es el que llega con una bandeja y te dice te presento un besugo, al que le guste la palabra presentador que se la quede, y oí que por el pinganillo le decían 'No digas eso, tú eres tan libre como él'. Yo no me dejo poner poner un pinganillo. Este programa ha sido hecho sin pinganillo, sin prompter y sin una guía de lo que hay que hacer. Más o menos ha ido ocurriendo la cosa con naturalidad, luego, sale mejor o peor, pero yo me he negado a llevar un pinganillo y me negaré siempre, ni como invitado ni como conductor, para nada. Y reitero no soy periodista, soy un artista que conversa.

Enrique Cerezo en 'Nada del otro mundo'

Eso es lo que hacías en los 80 en programas como 'Pedro por su casa', pero tú en verdad hiciste un programa que no duró mucho, pero que todo el mundo recuerda como si hubiera durado años.

Como 'Pedro por su casa' hice 7 programas, tenía 24 millones de espectadores, evidentemente, había una televisión y media, La 2 y TV3, y, bueno, hice siete programas y algunos creen que hice 70. Era un totum mezclado de charlas, de comedia que no se habían hecho nunca, etcétera, etcétera. 'La noche abierta' nace como consecuencia de que mi madre tiene un ictus y como tiene un ictus y está doce años, un mes y ocho días con ese asunto, me dedico a ella. Y en 'La noche abierta' no tenía mucho trabajo, charlaba con gente y tal, pero con el paso del tiempo se hacen cinco temporadas y como yo no hago otra cosa me estoy convirtiendo en un periodista, cosa que respeto, pero yo no lo soy, nunca quise ser periodista. Cuando hice 'Estudio Estadio', yo transmitía partidos de fútbol por la radio, lo hacía por una sola razón. Uno, porque soy deportista y, dos, porque en tiempos de Franco era el único territorio en el que se podía decir que el árbitro había estado mal, era un territorio de libertad, libertad restringida, pero libertad. Yo no soy fanático de ningún equipo aunque me entreno con los veteranos del Madrid y del Barça, pero en ese territorio me sentía cómodo. Cuando llegó el momento de 'Estudio Estadio', empecé a hacer teatro y los que mandaban en la casa en ese momento, que eran miembros del Opus Dei, lo digo solo como dato, me dijeron que tenía que elegir entre el teatro o la televisión y me despedí en directo de 'Estudio Estadio' y ahí sigue.

A toda esta gente que dice que ahora no hay libertad para opinar, para hablar, para hacer humor, ¿qué les dirías?

La libertad sale bastante cara porque, no sé si era Bunbury el que decía que se es muy libre, pero la libertad que tienes luego te la cobran, es así y te la cobran. Tú tienes que decidir si te atreves, que yo creo que lo he hecho a mi manera, si te atreves a ir solo por la vida, yo no formo parte del equipo A ni del equipo B ni estoy a favor de ese otro. Creo que todo el mundo tiene su razón para tener su razón, otra cosa es que te quiera convencer. Como considero que es imposible arreglar esta barahúnda en la que vivimos que es la humanidad, finalmente, he decidido ponernos pomada para pasar ratos mejores, porque yo no voy a arreglar nada, ni de la independencia, ni de la ONU, ni de Ucrania, ni de Gaza. Por lo tanto, en mi entorno si consigo que estén un poco más agradables ya he conseguido una pequeña cosa, pero eso depende de mí, lo otro no depende de mí.

¿Ha habido algo que hayas pedido hacer en este programa que te hayan dicho que no? Bien desde El Terrat o bien desde TVE

No, porque estaba planteado así. Por ejemplo, las comedias, dos de ellas son íntegramente mías, la de los poetas que llenan estadios a mí me parece una pequeña quimera y otra que hay en un tanatorio donde todo el mundo está haciéndose selfies pasando de la muerta hasta que la muerta resucita para salir ella en el selfie, eso es una idea de Javier Quero que luego escribimos los dos. Yo he hecho lo que he querido hacer. Pensé, en casa tengo papeles para aburrir, a lo mejor me he equivocado de contenidos, había mil cosas por hacer y he escogido 23 que a lo mejor no son las buenas, pero son las que había por casa. Nadie me ha dicho nada y soy yo el que ha decidido no hablar de política.

Entrevista a Rozalén en 'Nada del otro mundo'

Mercedes Milá dijo que en su programa que TVE ya le había pedido no tratar temas políticos. ¿No crees que, al fin y al cabo, todo es política?

Claro, lo digital es política, Elon Musk es política. En mi teléfono no hay contactos, yo me sé 150 teléfonos de memoria y los marco todos de memoria. Los marco porque mi madre decía una cosa muy inteligente, todo lo que tú abandonas, te abandona a ti, y lo digital ha convertido a todo el mundo en una terminal de su tienda, estás todo el día viendo publicidad, gestionando tú dinero. Yo no quiero pagar con el teléfono, yo no quiero que la gente sepa si me he comprado unos calzoncillos. Yo creo que no ha habido un dictador en el planeta Tierra que haya tenido ni el 1% de la información de los demás que tienen ahora todos. Os han hecho cómplices de vuestra propia delación, todo el día contando lo que hacéis, dónde vais, qué compráis, qué coméis, qué os gusta, qué no os gusta, pero esto es que te violen todos los días hasta cuando dormís.

Si no tienes un smartphone, ¿Cómo twitteas?

Le mando unos SMS con mi móvil a una colaboradora mía, que es Lourdes, y, entonces, ella los coloca, pero yo no contesto nunca a nadie, jamás. Con todo el respeto del mundo, que hago yo discutiendo con un señor de Albacete que no conozco. Imagínate que vas por la calle y te dicen puedes saber lo que piensan de ti todas las personas con las que te cruzas, te vuelves loco, te marchas y te tiras a la cloaca.

¿Por qué twitteas?

Para anunciar que trabajo en Bilbao o que debuto en no sé donde o que saco un libro. O sea, en este tiempo que no he tenido altavoz ha sido el modo de comunicar que debuto en el teatro, he escrito un libro, mañana canto un canción con Pepe o lo que sea.

También has hecho muchos comentarios que se han convertido en noticia sobre tu experiencia, ¿no?

Bueno, porque eso le conviene a las redes, por el hecho de que yo haya hablado, por ejemplo, de 'El hormiguero' alguna vez y me han preguntado por qué no vas a 'El hormiguero', pues respuesta sencilla, porque nunca me han invitado. Otra cosa es si iría si me invitaran, esa es la segunda parte del asunto, pero la primera no ha ocurrido nunca. Si me invitan, me lo pensaría. No estoy muy a favor, de momento, porque ya han transcurrido muchos años y porque tenemos otra… Yo no tengo nada en contra de nadie, yo no he saludado nunca a Pablo Motos.

¿Y llevarías tú a un programa a Pablo Motos para entrevistarle?

Yo no tendría ningún problema. Yo no soy, no lo digo por ellos, yo no quiero ser como los que odian, quiero ser como los que unen. A mí los que odian no me interesan nada, estropean mucho la vida.

¿Por qué crees que no te han invitado?

Lo sé, pero no lo voy a decir.

Y en el invitado sorpresa de 'Nada del otro mundo', ¿ha habido algún nombre al que hayas dicho que no?

No, solo he dicho que ninguna persona de mi pasado y ningún político, nada más. Hubiera podido aparecer allí fulanita de tal y, bueno, no tendría ningún problema, pero como no he tocado nunca el tema de hablar de mi vida personal, no quería que tampoco fuera la sorpresa. El primero iba a ser Dulceida que, luego como hubo una indiscreción, lo cambiamos. Han tenido libertad completa, yo quería que eligieran ellos que es lo que me gusta. Si lo pensáis bien, tener aquí un guion con 20 preguntas sobre alguien no garantiza que sea una buena conversación. Sin embargo, que tú me cuentes una cosa que yo no sepa en vez de buscarlo en Internet, pues, a lo mejor lo hace más interesante porque me pasmo o porque te gusta a ti decírmelo. Eso de saberlo todo de todos es mentira porque al final nos reducimos al final a preguntar las mismas cosas, con quién te casaste, con quién esto, y a lo mejor hay un mundo escondido debajo de las respuestas habituales que se convierten solamente en cuestionarios que no conducen a ningún sitio.

Dulceida en Nada del otro mundo'

Me ha gustado mucho lo que has dicho en la rueda de prensa de 'escuchar sin juzgar' porque parece que ahora mismo se habla mucho, pero se escucha poco y se juzga todo el rato, ¿verdad?

Si yo te invito a un programa mío porque has hecho una película o lo que sea, yo no soy el protagonista, el protagonista eres tú. Había un escritor catalán que era Josep Pla que decía que escuchar es poner atención a lo que dice el otro sin tener presente lo que tú piensas. Si yo le pregunto a él por su infancia y me habla de su bicicleta yo no puedo pensar en mi balón, hoy toca su bicicleta, cuando vaya yo de invitado, ya me tocará a mí, pero lo que yo no puedo es contraponer mi pensamiento contra el suyo porque, entonces, para qué le he invitado, para demostrar que soy muy listo a costa de él. No vale.

Pedro, ¿tú ves la televisión ahora?

Yo veo todo. Estoy trabajando en casa casi todas las mañanas, tengo puesta la tele de fondo y hago zapping, como digo voy al cine cuatro o cinco veces por semana, voy al teatro, voy a conferencias porque creo que mantener la juventud que se pueda mantener en la medida de cada uno consiste en tener muchas cosas que no tengan que ver con tú ombligo. Yo voy a conferencias de cosas que a lo mejor no me interesan, voy a un festival de zumba que hace un grupo de transexuales, voy a una conferencia de fulano de tal, porque son cosas de la vida que no quiero que me las cuente, quiero ir, y porque hacer zapping de ti es muy saludable. Entre otras cosas, me gusta el cine por una razón, aparte de que me gusta y quiero dedicarme a hacer cosas, porque te apagas tú y se encienden otros y cuando se encienden otros descansas de ti, que somos muy pesados todos. A veces entro a ver una película que sé que no me va a gustar, pero la media hora que aguanto a oscuras me ha quitado de mí, con lo cual durante media hora me he quitado de mí, que es muy pesado estar todo el rato contigo mismo.

¿De dónde sacas la energía? Porque vas a estrenar nueva obra, has dicho que vas a dirigir y que tienes muchos más proyectos en la cabeza.

Porque aprovecho mucho el tiempo y porque mi manera natural de respirar es inventar canciones, libros, parodias, programas, y, luego, si me dejan bien. Yo me quiero morir lleno de planes, es la única forma de mantenerse joven. Yo descanso inventando. Voy a contar una historia que la cuento no para que se diga que soy muy interesante ni nada. Yo viví en el hotel Intercontinental que antes era el Castellana Hilton, del 78 al 80 viví allí, y allí un conserje que se llama Alfredo García que ha leído más que todos los clientes del hotel juntos y, desde hace muchos años, 6 o 7, yo llego al mostrador y él me pone un título en el mostrador y yo escribo un poema en 4 minutos todos los días, rodeado de chinos que están pidiendo una entrada para el Bernabéu. De estos textos hay 400, 500 o 600. ¿Para qué hago esto? ¿Para publicar? No, para estar en forma. Este es un ejercicio y este ejercicio es salud. Luego, no lo publicaré porque no le interesará a nadie. Este invento lo hago porque sé que Alfredo García lo entiende y nos divertimos los dos. Esos cinco minutos son los más divertidos del día para mí.

Después de muchos años y leyendo muchas entrevistas tuyas das la sensación de cierta impermeabilidad. Pasados los años hay muchas cosas que parece, y solo digo que parece, que no te afectan. Sin embargo, teniendo en cuenta que no ofende el que quiere, sino el que puede, ¿cuál es el peor insulto que se te puede decir?

Que soy mala persona. Los demás no me interesan, no me importan mucho. Se puede decir que soy intenso, tonto, vacío, guapo, lo que quieras. Ni siquiera lo desmentiría tampoco. Nunca he querido ser mala persona, me equivocaré como todo el mundo, pero lo peor que se puede decir es que eres mala persona.

De la televisión que ves, ¿qué te está gustando?

Hay cosas de Movistar Plus+ que me gustan bastante, por ejemplo, lo de 'Poquita fe' está muy bien. Hay comedias entretenidas que me gustan. No tanto los formatos. A mí la palabra formato me echa para atrás, cuando oigo formato enseguida rimo con bicarbonato. Yo creo que idea es una cosa y formato es otra. El formato es que han preparado para ti una cuadrícula en la que te quieren encajar a para que digas aquello que quieren y yo cuando me han ofrecido cosas, que me han ofrecido muchas, he dicho que no. Si quieres hacer eso, le digo al productor, bajas tú y lo dices tú, yo hago vida de autor, si quieres que haga eso bajas tú y lo haces tú. Yo no voy a 'MasterChef' a que me digas que discuta con Pepe Rodríguez por unas alcachofas porque no me sale de los cojones del alma. Entonces, si lo quieres hacer tú, vas tú, pero yo no quiero participar en esas cosas. Luego, hay programas estupendos de La 2, ya sé que es una cita permanente. Hay programas en laSexta que están muy bien. Hay programas de esta casa, por ejemplo, 'Dúos increíbles' es una cosa que no está funcionando muy bien, pero que está muy bien hecho. Vi la última media hora de 'Cuéntame cómo pasó', justamente el día que ha muerto Eduardo Ladrón de Guevara, que es una gran casualidad. Yo lo veo casi todo.

De la gente joven que hace televisión y humor, ¿quién te gusta y por qué?

Yo creo que Jordi Évole es un representante menos joven ya, es más mayor que yo, bastante más, como dice Miguel Lago en broma, tiene que ducharse más. Autores está Évole, Jesús Calleja, Iker Jiménez, está David Broncano, a su manera, y no hay más autores. Programas de autores no hay. Yo creo que la televisión le ha cogido mucho miedo a los autores y lo único que se diferencia de los demás es la huella digital y la huella digital no es un formato, es la huella digital de cada uno.

Es curioso, has dicho todo hombres. Las mujeres ahora en televisión, parece que hemos involucionado, de tener grandes autoras, bueno, ahora ha vuelto Mercedes Milá, pero sí que es verdad hace unos años que parece que cuesta, ¿no?

Bueno, Julia Otero hizo un programa que a mí me parecía muy aseado, lo que pasa es que la televisión a veces no se digiere a sí misma, cuando se habla tanto de la televisión. A mí Julia me parece una representante extraordinaria de la cultura, me parece una de las más preparadas en lo que hace. Luego, ha habido experimentos como Samanta Villar, etcétera, pero, en realidad, lo que falta es la apuesta por él sea él y porque ella sea ella. Si no funciona le cambiamos a él por ella o a ella por él. Eso de que el autor de miedo, pero si lo único diferente que hay es el autor, lo demás es un formato en el que se tiran del trampolín. Un día me llamaron para el programa '¡Mira quién salta!' y me dice una chica, becaria debía ser, te quiero ofrecer una cosa y digo de qué va dime, yo he dicho que no a cincuenta mil, pero me dice es que es una cosa muy importante porque es un programa muy importante, la gente se tira del trampolín, y yo le digo medio en broma: 'Mira, me lo voy a pensar'. Ella me dijo: 'No me digas, cuando diga que has dicho que sí, tú que no dices que sí a ninguna cosa de estas'. Pero dije que tenía una condición y que no es una condición fácil. Ella me dijo que cuál era la condición y yo le dije que como era un programa muy importante iba a ir con la condición de que primero se tirase Paolo Vasile, luego Rajoy y tercero yo porque si es tan importante no se lo querrán perder. Una cosa es salir en la tele y otra cosa es ir a la tele para decir cosas tuyas y a veces no te dejan. Salir en la tele no es necesario, para decir chorradas no es necesario.

Pedro Ruiz en 'Nada del otro mundo'

¿Llegaste a conocer a Paolo Vasile?

Sí, me recibió muy amable, era un tipo muy amable y me dijo esa frase suya mítica: 'No Pedro, tú tráeme cosas buenas, lo haremos. Yo pongo el circo, a mí lo que digan los monos no me interesa'. Y, luego, era un tipo muy amable. Yo hace mucho tiempo que no voy a Telecinco y no voy a Telecinco por razones que he publicado en Twitter. Yo no pisaré Telecinco mientras siga habiendo un rótulo que diga si sabes algo de un famoso llámanos, que pongan si sabes algo malo de un directivo llámanos, pero por qué es famosos es licencia para hablar de él gratis, pero esto qué es. Eso es delación, es incitación a la delación. Mientras no quiten ese rótulo, no iré a ninguna entrevista de Telecinco.

Has dicho la gente que sí te gusta de la televisión, pero ¿hay alguien a quién quitarías?

No, no soy quien, eso depende de los directivos. Yo celebro el fin de 'Sálvame', lo celebro por una razón sencilla, porque ha vivido de hacer cáncer de la vida de los demás. Me parece bien, yo no hablaré de mi vida, pero entiendo que se puede hablar de que Pepita y Manolito han roto, no me interesa mucho, pero la maldad programada y persistente durante años, fingiendo, además, que son los que saben. Los peores de la clase nos han dado clase durante 20 años y nadie ha reaccionado. Se ha acabado por la audiencia o por lo que sea. Luego, si me preguntas por 'Cuentos chinos', no tengo nada contra Jorge Javier Vázquez, yo he ido al teatro pagando para verle, casa que él no ha hecho conmigo y no tiene por qué hacerlo. Yo he pagado y he ido a verle con un compañero que se llama Álex Álvarez y la función que hacía era una función difícil. En el mundo del teatro eso no era fácil hacerlo, otra cosa es que a le guste más o menos a la gente, pero cuando uno se establece en ese mundo es difícil cambiar. Entonces, haces 'Cuentos chinos' y es como querer edificar la maternidad sobre un cementerio, no va a ser. A lo mejor haces una cosa muy limpia y tampoco es, pero querer reestructurar la vida de un cuerpo que está enfermo plagado de cáncer alrededor, pues, va a ser complicado.

¿Y cómo estás viendo 'TardeAR'? ¿O no lo has visto?

Yo creo que tiene mucho mérito Ana Rosa Quintana, teniendo en cuenta que ella ha salido de lo que ha salido y marcarse ese reto es complicado porque ella ya sabía que los demás, Sonsoles Ónega y todas esas cosas no iban a estar quietos. Al final todo el mundo hace el mismo programa, yo mismo tengo que decir que hablar con Dulceida tampoco es cosa del otro mundo, ni hablar con Rozalén tampoco. Puede ser que sea tu tono, tu manera la de ellos, pero la competencia es la que hay. Si estás viendo la tele todo el día, que yo lo hago, empieza esto aquí, luego sigue allí, luego allí y a las ocho de la tarde lo mismo de las siete de la mañana. Lo que inventa un poco es la ficción o alguien que sea un poco raro, Celentano, alguien raro por escaso no por estrambótico. Lo demás es siempre el mismo programa. Hay buenas ficciones, por ejemplo, 'Entrevías', que este año no les ha ido tan bien, pero hay muy buenas ficciones. Esta casa ha hecho una ficción muy buena, lo que hace por las tardes está muy bien.

¿Por qué crees que pasa esto en los programas de ficción? ¿Crees que vamos demasiado rápido en la televisión y no nos da tiempo a pararnos a pensar?

Vamos deprisa en nuestra propia vida. A pesar de que no tengamos suficiente con lo que hacemos cada día, o sea, te levantas por las mañanas y hay 37 gestiones que hacer. Yo creo que en la vida, el 90% del tiempo lo tiramos en recados y en sentimientos el 10% y la televisión ha cogido este ritmo y lo está superando. Nos llevan como autómatas de aquí para allá y no puede ser, no hay relax, no hay escucha: A lo mejor eso no triunfaría, pero yo lo agradezco.

¿Crees que la política también ha monopolizado toda la programación?

La política es muy culpable del enfrentamiento de la gente porque esa histeria, en la que aparentemente viven, se traspasa abajo. Las manifestaciones que está habiendo en Ferraz son un ejemplo de que así no podemos seguir. Yo he conseguido sentar en esta casa a jugar conmigo al dominó, con un personaje estúpido que yo hacía que era el Senaca, a Santiago Carrillo, a Fraga, a Rodríguez Sahagún y a Txiki Venegas, y no vino Felipe González y Adolfo Suárez porque estaban ocupados. Esto ahora, que no es ningún logro, es implanteable porque no vendría ninguno de ellos, porque han decidido estar enfrentados en la vida, lo cual va en contra nuestro. Yo a veces he propuesto en esta casa, hablando con Cristina Ónega y con otra gente, por qué no hacemos una vez o dos al año una charla de políticos donde esté prohibido hablar de política y hablar de tu niños, de tus inquietudes, de tus películas, de tu música, de tus gustos, de tus hábitos, de lo que quieran, pero de política cero. Yo supongo que eso es unidor, lo otro es separador. ¿Por qué no se hace? Seguramente porque ninguno de los cuatro quiere. Van ustedes a romper el mantel, romperán el mantel y nos caeremos todo porque el mantel es la convivencia. Tengan ustedes ideas distintas, pero no se traten así porque están ustedes diluviando una crispación que los de abajo no quieren tener o si la tienen que la tengan por su cuenta, pero no nos azuce usted. Están todo el día tú más y tú más, y yo tengo razón. Vamos a ver, todo el mundo no puede tener razón, yo tampoco, y alguien tiene que tener la culpa y resulta que nadie tenemos la culpa y todo el mundo tiene la razón. Vamos mal, creo yo.

Y cuando están las televisiones y los medios de comunicación, en general, llenos de editores que prefieren los cortes polémicos, al final, ¿no crees que lo incitan?

No voy a citar a nadie, pero cuando lo de Rubiales, hay personas que me han dicho que le han pedido para el lunes dos mujeres que hablen mal de Rubiales. O sea, vende la maldad y yo estoy en contra de eso. Si alguien ha cometido un error que lo pague, hay juzgados. Vende la maldad, sé cómo funciona esto y sé cómo funcionan los pinganillos, diciéndole a Pepe métete más con él, pero esto qué es, me estás violando el cerebro. Por eso yo no llevo pinganillo.

Antonia San Juan, Pedro Ruiz y Javier Quero en 'Nada del otro mundo'

Hablabas antes de que llevas 20 años intentado venir a esta casa y no te recibían. ¿Cómo valoras la situación actual de TVE con respecto a cómo la dejaste tú? ¿Y cómo has vivido en los últimos años?

Bueno, me recibían y me escuchaban, pero la cosa no fructificaba. Yo creo que ahora ha tenido una pequeña reacción recobrando personas, y no lo digo por mí, que también lo podría decir. Esto es un ministerio y un ministerio es muy difícil. Las televisiones públicas de todos los países son como transatlánticos navegando en el Retiro, tienen muy poca capacidad de movimiento porque hay controles parlamentario, hay amigos, hay envidias… No es fácil, incluso cuando se habla de la BBC, que no he trabajado allí nunca y no sé cómo funciona, pero las televisiones públicas siempre tienen unos controles que son superiores. No sé si es el control del dinero de las privadas o el político de las televisiones públicas. Yo, de repente, estoy aquí y pensaba que tampoco estaría esta vez.

¿En tu anterior época de TVE alguna vez te dijeron que no podías hacer algo?

Nunca, debo decir también porque me gusta ser justo con las personas, cuando trabajé con Felipe González, nadie me dijo esto no se puede hacer y cuando trabajé con Aznar en 'La noche abierta', cierto que era un programa muy amable, nadie me dijo nunca nada y vino nada menos que el señor Ibarretxe el día de su plan Ibarretxe, que no hacía ninguna gracia, y nadie me dijo que no venga, quizá por ser yo como soy o lo que fuera, y vino Barrionuevo recién salido de la cárcel. Ahora no tengo esos intereses, pero tengo que decir que siempre he trabajado en esa casa con libertad.

Dos propuestas locas que te planteo, ¿te atreverías a guionizar aunque fuera con un poema una sesión del Congreso de los Diputados?

Sí, pero habría muchos tacos.

¿Y si te atreverías a presentar como compositor una canción al Benidorm Fest para ir a Festival de EurovisiónEurovisión?

Sí, claro que sí, y, además, buena. Soy capaz de ir a Eurovisión a cantar, yo compongo canciones muy bonitas, perdón por la modestia, lo que pasa es que esa faceta musical mía está muy escondida, pero yo la sigo cultivando.

¿Eres eurofán?

Lo veo. Eurofán no porque no soy fan ni de mí, pero lo veo porque me gusta. Además, me gusta ver las votaciones, como hago siempre con el cine, que me hago siempre una quiniela de los Premios Goya y casi siempre acierto porque veo mucho cine español.

Ya que vas tanto al cine y tú mismo haces cine, ¿cómo ves esta etapa del cine español? Y ya que hablabas de los Goya, ¿no sé si tienes una favorita para este año?

A mí me ha gustado mucho "Cerrar los ojos", me ha gustado mucho la interpretación de Malena Alterio en "https://www.ecartelera.com/peliculas/que-nadie-duerma/", está extraordinaria, está muy bien. Me ha gustado mucho "Un amor" también de Isabel Coixet. Evidentemente, la irrupción de las mujeres le ha dado un tono de sensibilidad distinto y es que lo veo todo. El otro día estuve viendo "El Favor", producida por Telecinco.

¿Y series?

Series no veo, nunca me he enganchado a ninguna serie. Porque soy contrario a todo lo que me quiere enganchar. No fumo, no bebo, no me drogo, no veo series, ni miniseries. Voy al cine y veo una película concreta y termina, porque las series están hechas con el deseo de que te enganches 40 capítulos y yo no me quiero enganchar 40 capítulos, no me he casado, voy a casarme contigo.

¿Hay algo a lo que estás enganchado?

Pues no me puedo desenganchar de mí, pero no tiene remedio, qué voy a hacerle.